Quinn es un alumno de sexto curso en Boulder, una ciudad de apenas 100.000 habitantes situada al norte del estado de Colorado, y tiene un hobby que va camino de convertirse en profesión cuando apenas acaba de estrenar año escolar en su instituto de enseñanza secundaria. A finales de octubre recorrió los 45 kilómetros que separan su casa de la capital del estado para participar en DreamHack Denver, un evento creado por una de las organizaciones con más historia dentro de los eSports.
Bajo el nombre de 'MTGKid' participó en la competición de Hearthstone, el videojuego de cartas de Blizzard. Era su primer torneo profesional de eSports y se llevó todos los titulares. No solo por su edad, sino por conseguir siete victorias en la fase de grupos contra algunos de los mejores jugadores del panorama competitivo. No pasó de los playoffs donde se encontró a David 'Shoop' Steinberg, un veterano con varias medallas al cuello que no tuvo piedad del pequeño Quinn y le ganó el partido por 3-0, poniendo fin al sorprendente debut del niño de Colorado.
Los hermanos prodigio
Aunque DreamHack ha sido su primer torneo profesional de eSports, Quinn Kiefer ya es una figura conocida en los torneos de Magic The Gathering, el mítico juego de cartas de Wizards of the Coast. De hecho, forma parte de una tríada de hermanos de la que Quinn es el más pequeño. Los Kiefer han participado y cosechado alguna victoria en torneos como Star City Games (SCG) y hasta se han hecho un hueco en el Grand Prix de Washington D.C.
Quinn ha demostrado un talento sin parangón en un juego en el que ya hacía sus pinitos junto a sus hermanos cuando apenas era capaz de leer y comprender las reglas. Chris Andersen, un veterano jugador de Magic que ha formado equipo con los hermanos mayores de Quinn, ha subrayado la sorprendente precocidad de los Kiefer de quienes ha dicho en varias ocasiones que juegan a un "nivel impensable para su edad".
El inestimable apoyo de sus padres
Nadie podría hablar de los hermanos Kiefer sin el apoyo de Jennifer y Jason, los padres de tan victoriosa prole. Ambos han apoyado siempre las aficiones de sus hijos, aunque insisten en que nunca les han presionado para participar en el mundo competitivo. Jugar a Magic no es solo un hobby para sus hijos, sino que se ha convertido en algo con lo que muchos padres solo pueden soñar: los cinco miembros de la familia han formado un vínculo tan fuerte en torno al juego que cada torneo se convierte en una excursión familiar. Juntos volaron a Washington y juntos viajan a los torneos en los que tanto Jason como Jennifer se encargan de organizar el viaje, los hoteles y la comida.
Ahora el pequeño ha entrado en el universo deportivo de los videojuegos y la familia da un nuevo salto hacia un mundo desconocido para los Kiefer. Juntos seguirán apoyando a sus hijos y esforzándose para que puedan vivir una experiencia con la que muchos niños ni siquiera pueden soñar.
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Marcos Antón: Periodista especializado en eSports. Investigador en la Universidad Complutense. Apasionado de los videojuegos y los deportes electrónicos dentro y fuera de casa. Empeñado en convertir a los neófitos en aficionados a los eSports.