Amir Garrett, lanzador de los Cincinnati Reds, fue el protagonista de una de las peleas más violentas de la historia del béisbol en un partido contra los Pittsburgh Pirates.
Durante los últimos minutos del partido, Garrett intercambió palabras con el banquillo de los Pirates hasta que se le cruzaron los cables y fue directamente a por ellos. El californiano de 27 años va corriendo hacia el banquillo y suelta un puñetazo salvaje a un jugador de Pittsburgh.
Lo que viene después es una escena lamentable. Garrett empieza a pelear contra el banquillo entero y, unos segundos después, vienen sus compañeros de los Reds a apoyarle.
Se forma una tremenda pelea hasta que, por fin, miembros del equipo de seguridad y del staff técnico de ambos equipos son capaz de separar a los jugadores. La trifulca terminó con cinco jugadores de Cincinnati siendo expulsados.
“A veces, dejas que las emociones se apoderen de ti. No me gusta que los niños vean eso en el ambiente del béisbol. El béisbol es diversión. La violencia no debería formar parte”, ha dicho Garrett tras el partido. “Al fin y al cabo, se trata de proteger a tus compañeros y a ti mismo”.