El mundo de la hípica vuelve a dejar una imagen trágica. Todo sucedió en el hipódromo de Sha Tin en Hong Kong cuando se desarrollaba la prueba del Group 1 Hong Kong Sprint. Un jinete se fue al suelo con su caballo y produjo caídas en cadena de los que venían detrás.
Fueron tres jockeys los que se cayeron ocasionándoles heridas, pero esto no fue lo peor de todo. Dos de los equinos tuvieron que ser sacrificados por miembros del Jockey Club de Hong Kong debido a los daños que les causó el suceso.
Esto ha hecho que se reabra de nuevo el debate sobre el trato hacia los animales en este tipo de deportes o espectáculos. El mejor parado fue Zac Putron, una figura muy reconocida dentro de este mundo, que sufrió una fractura de cuatro costillas, una de muñeca y una de nariz y su caballo tuvo la suerte de no sufrir heridas de gravedad.
Lyle Hewitson, otro de los jinetes, no tuvo tanta suerte. Padece una fractura de cadera y una hemorragia cerebral y Yuichi Fukunaga terminó con la clavícula fracturada. El impacto llegó al hipódromo cuando se conoció la noticia del sacrificio de Amazing Star y Naboo Attack, los dos caballos involucrados en el suceso.
Blake Shinn fue el que ganó la carrera y tras la victoria reconoció que tenía sentimientos agridulces por lo acontecido. “Obviamente, la primera emoción es que mis sentimientos están con los jinetes y caballos caídos”. “Es desgarrador para cualquier jinete ver caer un caballo. Es una verdadera tragedia lo que ha sucedido hoy, especialmente en el escenario mundial cuando todo el mundo está mirando. Es una victoria realmente agridulce y, en cierto modo, es una victoria difícil de asimilar en las circunstancias”, agregó.