Algunos deportes dependen, por sus peculiares características, de lo que la naturaleza quiera ofrecer. Uno de ellos, con una gran tradición, es el surf y el mar es el escenario en el que se mueven los surferos a la hora de intentar surcar la ola de su vida. Aunque hay quien ha fechado el inicio de este deporte coincidiendo con los primeros conquistadores del Pacífico, lo cierto es que esta forma de entretenimiento lleva ejecutándose siglos, aunque como disciplina deportiva se introdujo en el siglo XX y se popularizó a partir de los años 50 y 60.
El éxito empezó en la costa oeste de los Estados Unidos y, desde ahí, viajó a todo el mundo en el último tercio del siglo. Hoy en día se cuentan por miles las escuelas de surf repartidas por el mundo y este deporte sigue siendo una conexión entre el ser humano y la naturaleza.
Pero, además de la técnica, es muy importante conocer el entorno para sacarle el máximo provecho a nuestro disfrute. Conocer los tipos de olas que se dan en cada punto donde se practica el surf nos ayudará a aplicar todo lo aprendido en las clases de técnica individual. En todo el mundo los especialistas han ido clasificando las olas con criterios comunes que han desembocado en los siguientes tipos de olas en el surf.
Las rompientes en playa, en inglés "beach brakes", se refieren a olas que se generan en grandes profundidades y que llegan a una zona de playa; es decir, que el momento del surf se produce en un fondo arenoso. Si tenemos en cuenta que la mayor parte de aficionados al surf se encuentran con estas condiciones y que son las mejores para los principiantes en el surf, podemos decir que las beach breaks son las olas más populares. En cuanto a calidad técnica son de nivel medio y, generalmente, rompen con menor fuerza. Y mencionamos la palabra "generalmente" porque las olas de Nazaré, en Portugal, son de esta categoría a pesar de que el tamaño de las olas supera en muchas ocasiones los 15 metros de altura.
Otro tipo de olas son las rompientes en arrecife, conocido en inglés como "reef brakes", y se refieren a olas que llegan a una zona de rocas. Resulta obvio pensar que tienen mayor riesgo para surfear y requieren mucha más técnica, así que son totalmente desaconsejables para aprendices. La ventaja principal es que el fondo marino siempre es igual. En fondos arenosos las que mandan son las corrientes que pueden traer o llevar arena y variar el modo de surfear; sin embargo, en una rompiente de roca, la forma de romper siempre es la misma y con un buen conocimiento del fondo el 'rider' puede remar siempre en la misma dirección y encontrar una ola previsible. Son famosos varios tipos de olas de arrecife como Teahupoo, Cloudbreak y Pipeline.
No hay un nombre español habitual para las "point break", normalmente se las menciona en inglés, y es un tipo de ola que no rompe de la misma manera que las demás. Puede ser generada en un ángulo distinto y, por ese motivo, rompe en un punto diferente al que sería el natural, bien sea por la forma de haberse generado o por el fondo marino que la orienta hacia ahí. Dadas estas características, no tienen un fondo de ruptura común, ya que son indistintamente de arena o roca. Son olas difíciles técnicamente dependiendo del punto de ruptura; de hecho, las de Malibú son las más benignas para los principiantes del surf al ser muy suaves. Además, suelen ser largas y facilitan la práctica de maniobras en la línea. Ayudan mucho a aquellos que buscan mejorar técnicamente para afrontar retos mayores.
Hay otro tipo de ola "point break" que tiene lugar en bocas de una ría y son muy raras. Tienen de bueno que tienen líneas y puntos estables para navegar la ola y son muy buscadas por los 'riders'. Son olas muy predecibles por su formación y, quizás, sea la ola de Mundaka, en el norte de España, la más famosa de este tipo y, por ello, muy concurrida.
Hay también lo que solemos llamar olas cambiantes, en inglés "reform waves", que se desarrollan sobre fondos irregulares y que pueden tener varias trayectorias o tiempos. Evidentemente, hay que conocer el lugar en el que se surfea y tener buena información de 'riders' locales que conocen mejor que nadie dichos fondos.
Las olas blandas o quebradizas, en inglés "crumbly waves", son las mejores para los principiantes y las más habituales en las mejores playas de surf de todo el mundo. No son demasiado fuertes y el fondo es gradual y predecible.
El último tipo de olas de surf que podemos mencionar son las poderosas olas dobles, en inglés "double-up waves", y que se dan cuando dos olas se juntan en una sola uniendo toda la energía que portan, lo que las convierte en las más peligrosas y solo recomendadas para expertos. Son olas muy huecas y peligrosas cuando empiezan a romperse. Si tenemos en la mente imágenes de una tabla partida por la mitad, seguramente, una ola doble ha sido la culpable.