Conocer los tipos de nieve que existen y saber 'leer' esa nieve es fundamental para cualquier esquiador. Según la calidad que tengamos en las pistas, deberemos adaptar nuestro tipo de esquí, porque no es lo mismo esquiar en nieve dura, nieve primavera o nieve polvo. Hay una gran diferencia y el tipo de nieve puede, incluso, determinar el tipo de material que debemos utilizar.
Es muy importante, tengamos el nivel de esquí que tengamos, saber antes de subir a esquiar con qué nieve nos vamos a encontrar. Si, además, nuestro nivel de esquí es avanzado debemos conocer el estado de las pistas y fuera de pistas más al detalle: de esa manera podremos esquiar de una manera u otra, aprovechando las diferentes características de cada día de nieve.
Existen diferentes tipos de nieve a los que los deportistas se enfrentan a la hora de esquiar:
Es, sin lugar a dudas, el tipo de nieve más deseado para esquiar y te garantizará siempre un gran día de esquí. Es muy seca porque carece de humedad y se forma con temperaturas muy bajas. Es nieve suelta porque los copos que la forman están muy poco cohesionados.
Este tipo de nieve es la favorita por todos los esquiadores, ya sea para los más experimentados como para los que están aprendiendo. Con la nieve polvo los trazados son siempre más fáciles, hay menos caídas porque hay mayor control y existe sensación de seguridad. Además, cuando te caes se nota su textura esponjosa y amortigua el golpe.
¿Cómo identificar la nieve polvo? Solo tienes que fijarte en algún esquiador y si éste deja una nube de polvo por donde pasa… es nieve polvo. Otra opción es si cogemos nieve e intentamos hacer una bola, nos costará bastante apelmazarla.
La nieve polvo no es muy común en España, ya que es más típica de estaciones muy altas y alejadas del mar. En los Alpes es común, pero sobre todo se puede disfrutar de ella en lugares como las Montañas Rocosas o en Japón.
Este es el tipo de nieve más temido de todos. Tiene un alto contenido de humedad, los copos están muy compactos y en la pista se forma prácticamente una capa uniforme. La nieve dura se suele formar cuando la temperatura baja de los cero grados y hace que la humedad se transforme en hielo o nieve congelada.
Salvo en días de mucho frío o en inviernos muy fríos, la nieve dura suele estar presente solo en las primeras horas del día y lo más habitual es que, con el avance de las horas de sol, la nieve se vaya transformando. Esto hace que haya un efecto bucle: nieve húmeda que se congela cuando bajan las temperaturas, pero que durante el día se derrite con las horas de sol y subida de temperaturas, pasando a ser nieve primavera; pero esa nieve se vuelve a congelar al atardecer con la bajada de temperaturas.
¿Cómo identificar la nieve dura? Es muy sencillo saber cuándo esquiamos sobre este tipo de nieve: si nos cuesta ‘meter cantos’ o no dejamos la marca de nuestros esquís sobre la nieve, estamos sobre nieve dura. Solo los esquiadores más experimentados saben disfrutar de este tipo de nieve porque es ideal para coger velocidad, pero para ello hay que llevar los esquís perfectamente mantenidos y unas buenas fijaciones. Esta es la nieve sobre la que corren los esquiadores de competición.
Esta tipología de nieve es complicada y temida porque se vuelve peligrosa en las últimas horas de la jornada de esquí. Es un tipo de nieve típico de final de temporada, en primavera, cuando suben las temperaturas. Básicamente, es nieve derretida a la que también se le conoce como "nieve papa".
Este tipo de nieve es peligrosa porque puede producir muchas lesiones en las rodillas. Cuando hay esta nieve en pistas hay que ir con mucho cuidado porque en ocasiones puede frenarnos los esquís de forma involuntaria y nos puede producir caídas o graves lesiones en las articulaciones.
La nieve primavera se origina por la nieve húmeda que se convierte en dura a baja temperatura y con el calor se derrite. Se reconoce fácilmente y, además, produce en las pistas las temidas y 'antipáticas' bañeras que no todos los esquiadores saben 'atacar'.
Para los esquiadores que les gusta el riesgo y esquían fuera de pista hay más tipos de nieve que se pueden dividir así:
Con todas estas pautas ya conoces todos los tipos de nieve que te vas a poder encontrar cuando subas a esquiar. Recuerda que es importante saber la calidad de la nieve para adaptar tu esquí y también tu material. No siempre se esquía en las mejores condiciones, pero los verdaderos esquiadores saben disfrutar de todos los tipos de nieve que se puedan encontrar.