Si eres deportista y estás acostumbrado a la práctica deportiva seguro que alguna vez has escuchado hablar de las cargas de entrenamiento o sabes lo que es y si no eres asiduo en la materia y quiere empezar presta atención porque podrás sacarles el mayor rendimiento deportivo a tus ejercicios teniendo en cuenta este concepto.
Cuando hablamos de las cargas de entrenamiento nos referimos a los estímulos que se emplean para mejorar la condición física a través de los ejercicios físicos. Estos incentivos vienen determinados por el volumen, la intensidad, la duración, las repeticiones y por la recuperación. También entra dentro de esta definición el trabajo que se realiza durante el entrenamiento que hagas y que viene representado por una medida cuantitativa y cualitativa.
Dentro de este parámetro encontraremos dos tipos de cargas distintos que ambos influirán en los resultados y que de una u otra manera aparece en nuestro entrenamiento.
- Intensidad: este es un aspecto cualitativo, es decir, se puede medir mediante el número de repeticiones, la velocidad a la que se ejecute el ejercicio, la complejidad que tenga este y el descanso que hagas entre cada repetición.
Dentro de esta podemos encontrar dos tipos:
Este aspecto es uno de los más importantes e influyentes en nuestro entrenamiento por eso es esencial que ante todo nos dejemos guiar por lo que nuestro cuerpo nos dice y también midiendo nuestras pulsaciones, la potencia o los ritmos de carreras, entre otros, para saber y orientarnos en el tema de la intensidad.
- Volumen: es la cantidad total de ejercicio o actividad que realizamos durante la sesión deportiva. Dentro de la élite se da en primera instancia un volumen planificado, que es el plan de trabajo que has planificado para un periodo determinado y posteriormente se da el volumen absoluto que es en realidad lo que realmente has hecho ya que hay elementos que te pueden influir a la hora de practicar deporte como puede ser una lesión o ponerte enfermo por lo que no podrás entrenar.
El volumen se mide a través del tiempo empleado, la distancia recorrida o el número de series repeticiones o peso que levantes en los entrenamientos.
- Orientación de la carga: con esto nos referimos al grado de incidencia que un ejercicio tiene sobre nuestro cuerpo. Cuando es selectiva se refiere a que lo hace sobre una cualidad física en específico y cuando es compleja es que lo hace influyendo en varias capacidades físicas como pueden ser la fuerza, flexibilidad, resistencia o velocidad.
- Complejidad de la carga: es la dificultad que supondrá un ejercicio pudiendo ser simple, el nivel de exigencia en nuestro organismo es mínimo, o complejo, la ejecución supone más esfuerzo a la hora de coordinarlo.
- Densidad: es el resultado de la ecuación entre el trabajo y el descanso. Por mucho ejercicio que hagas si no estableces los periodos necesarios para descansar no vas a avanzar más ni tener mejores resultados.
- Duración: como su propio nombre indica es el tiempo que dura la actividad física. Dependiendo de la intensidad o la carga que le metas harás un tiempo u otro. En definitiva, todos los factores que hemos expuesto anteriormente influirán en este.
Calculando y planificando la carga de entrenamientos deportivos harás que los resultados y el rendimiento se vean mejorados.