El creador del judo, Jigoro Kano, nunca tuvo inconveniente en enseñar este arte marcial a las mujeres. En 1882 abrió su mítica escuela de Kodokan con tan solo nueve discípulos, a los que pronto se unieron varias mujeres, entre ellas su propia hermana. Sin embargo, las férreas imposiciones niponas impidieron que las judokas se abrieran paso en el "Dojo", el templo del judo, hasta el año 1923.
Este deporte se expandió rápidamente por todo el mundo tras la Segunda Guerra Mundial. Las competiciones y los gimnasios se rendían a este arte marcial. Los hombres competían en el tatami, mientras que las mujeres tan solo hacían exhibiciones de katas, consideradas una especie de danza.
En los Juegos Olímpicos de Tokio del año 1964, el judo se bautizó como olímpico, pero la variante femenina tuvo que esperar hasta nuestros míticos Juegos de Barcelona, en 1992. Eso sí, logró el reconocimiento que se merecía. ¿Acaso no sabías que la primera deportista española en conseguir una medalla de oro olímpica fue una judoka? Abróchate el "judogi" porque te presentamos la lista de las mejores judokas femeninas.
Keiko Fukuda tenía el judo en su ADN. Nació en 1915 y era nieta de un maestro samurái. Esta joven de menos de metro y medio (medía 1,47) fue la primera en conseguir el 5º Dan (el máximo que podían obtener las mujeres). Pero no se conformó. Se embarcó a Estados Unidos para dar clase a otras judokas. Su lema era "Sé fuerte, gentil y bella en mente, cuerpo y espíritu". Estuvo sin promoción más de 20 años, pero por fin en 1972 consiguió el 6º Dan. Finalmente, cuando ya contaba con 98 años, Keiko Fukuda obtuvo el 10º Dan, el grado más alto de la historia de este deporte que tan solo han conseguido 30 hombres más.
En la historia de las judokas femeninas famosas no puede faltar Rena "Rusty" Kanokogi, de nombre real Rena Glickman. Nacida en 1935, se crio en las calles de Nueva York. De hecho, formaba parte de "Los Apaches", una de las pandillas más peligrosas de Brooklyn. Aprendió judo en un gimnasio de hombres y pronto destacó entre todos ellos. En 1959, fue seleccionada para competir en los campeonatos de Nueva York. Se cortó el pelo, se vendó el pecho y ganó. Sin embargo, al descubrirse que era mujer, le obligaron a renunciar a su medalla.
Esta injusticia le sirvió de acicate. En 1962 fue la primera mujer (¡y además extranjera!) a la que se le permitió entrenar en el Kodocan. Al obtener el 7º Dan se dedicó a la enseñanza. Fue una de las organizadoras del primer Campeonato del Mundo en Nueva York y en 1988 logró incluir el judo femenino en el programa olímpico de Seúl. De hecho, amenazó al COI con una demanda por discriminación sexual si no lo hacía.
Es una de las judokas más famosas del mundo. Tan solo ha sido derrotada 4 veces en tatamis internacionales durante 17 años. La propia Federación Internacional de Judo se refiere a Ryoko Tani como "la mejor judoka de todos los tiempos". Ha ganado ocho veces el Campeonato del Mundo (7 veces en sénior y uno, universitario) y tiene cinco medallas olímpicas.
¿Quién no se acuerda de Barcelona 92? La primera vez que el judo femenino tenía competición propia y la primera medalla de oro para una atleta española. Sin duda, la gesta de Miriam Blasco es difícil de superar. Previamente había ganado dos medallas mundiales (bronce en Yugoslavia y oro en España) y ha llegado a acaparar cinco medallas europeas. Como dato curioso, Miriam Blasco se casó con su rival en Barcelona, la británica Nicola Fairbrother.
Blasco no es la única judoka española que logró una medalla olímpica. Almudena Muñoz también consiguió un oro en Barcelona en la categoría de -52 kilos (además ostenta en su palmarés la triple corona: campeona olímpica, del mundo y europea) e Isabel Fernández triunfó en Sídney en el año 2000 (además de bronce en Atlanta). Entre las mejores judokas actuales encontramos nombres como Julia Figueroa, Laura Gómez o Conchi Bellorín.
Si no hubiera sido por el covid-19, en Tokyo 2020 hubiéramos visto en competición olímpica a los primeros equipos mixtos. Será el perfecto colofón a la lucha del judo femenino desde aquel histórico Dojo de Kodokan. El círculo se cierra.
No obstante, con este listado de las mejores judokas femeninas hemos intentado dar a conocer (a quien lo desconozca) o recordar (al aficionado) que este deporte, a pesar de lo que podría pensarse, está hecho para mujeres. Y quién no lo crea, que suba al tatami con alguna de estas campeonas.