La UFC (Ultimate Fighting Championship) es una competición mundial que, a pesar de su corta trayectoria, ya es muy reconocida por su ambición en aglutinar diferentes disciplinas de lucha y combate con el fin de conseguir un ganador total. Desde 1993 la UFC ha ido fagocitando un gran número de distintas competiciones que estaban desperdigadas y de las que los aficionados no podían ni posicionarse como WFA, WEC, PRIDE, tc. Todos esos luchadores han pasado a la UFC y han consolidado un nombre ayudados por la agilidad y espectacularidad de los combates.

Dentro de su jaula octogonal, los luchadores se agrupan por categorías de peso al igual que en el boxeo. En categoría masculina existen ocho categorías diferentes que van del peso pesado al peso mosca, mientras que en categoría femenina hay cuatro que comienzan en los 66 kilos para peso pluma femenino hasta los 52 kilos del peso paja. Por si alguien aún no está familiarizado con la UFC o “lucha definitiva”, hay que recordar que los combates son intensos y con una gran carga de golpes, lo que exige a los luchadores una gran preparación física y técnica.

Los espectáculos UFC siempre forman parte de un conjunto de combates que permiten darle una forma de show completo tras los acuerdos comerciales con las principales cadenas de televisión del mundo. En la misma velada hay combates casi amateurs que son el preludio de la presencia de los luchadores profesionales. La duración de los combates depende de la importancia del título que haya en juego y van desde las 3 a las 5 rondas de 5 minutos. Debido a la intensidad y fuerza de los peleadores, en muchas ocasiones los combates se deciden por KO (knock out) cuando uno de los luchadores entra en estado de inconsciencia; o por KOT (knock out técnico), por decisión del árbitro ante la imposibilidad de alguno de los luchadores de seguir. También existe la posibilidad de que uno de los peleadores se rinda.

Más allá de estos criterios, las normas básicas de esta competición son estrictas, pero muy básicas para dar rienda suelta a la capacidad física y técnica de cada luchador. Podemos imaginar algunas muy simples como que no se permiten los mordiscos, tirones de pelo, presionar en los ojos, ataques a la columna vertebral o codazos descendentes, entre otros. Y es por esto, que muchas veces los combates tienen distintas vertientes: o son combates duros, con mucha sangre y en los que los luchadores llegan a los límites de resistencia, o son combates rápidos por la diferencia de fuerza o técnica entre los luchadores que entran en el octógono.

En estos últimos combates son en los que nos vamos a fijar. Las peleas más rápidas de la UFC, las más sorprendentes en los que los espectadores quedaron sorprendidos por una pelea que se tradujo en espectacular por su corta duración. Se han convertido en las peleas más rápidas de la historia de la UFC, los KO's de récord con luchadores que ya han pasado a la historia.

El combate más rápido de la UFC lo protagonizaron el peleador latino con nacionalidad estadounidense Jorge Masvidal contra el exluchador de wrestling Ben Askren, también estadounidense, el 6 de julio de 2019 en la velada UFC 329 en Paradise, Nevada. El combate duró, exactamente 5 segundos, que fue el tiempo que tardó Masvidal en volar sobre Askren y lanzarle un rodillazo que alcanzó su cuello y lo dejó, literalmente, paralizado sobre el ring. El árbitro pronto entendió de la dureza del primer golpe y suspendió el combate cuando Masvidal ya se había abalanzado sobre el cuerpo de Askren para rematarlo. No hizo falta. Está considerado como el combate más rápido y va a ser muy difícil de superarlo.

Según los registros oficiales, el segundo combate más rápido tuvo como protagonistas al también estadounidense y exluchador de kickboxing Duane Ludwig, que la noche del 16 de enero de 2006 derrotó al franco-canadiense Jonathan Goulet en el espectacular casino Hard Rock de Las Vegas, y en tan solo 6 segundos. Lo cierto es que fue un combate en el que Goulet trató de golpear primero, pero dejó completamente desprotegida su mandíbula y Ludwig no desaprovechó la oportunidad para lanzar un derechazo que impactó en la zona de mandíbula y cuello que dejó en la lona a Goulet.

En el top 3 de combates rápidos de la historia de la UFC, se sitúan 3 peleas que comparten el mismo tiempo de lucha, tan solo 7 segundos. La primera fue en el Rose Garden de Oregón el 29 de agosto de 2009, en la que Todd Duffee derrotó al canadiense Tim Hague; en el segundo combate el surcoreano Jung Chang-Sung noqueó por la vía rápida al canadiense Mark Hominick en la velada UFC 140 del 10 de diciembre de 2011 en el Air Canada Center de Toronto; y el tercer combate de 7 segundos lo ganó el canadiense Ryan Jimmo ante el australiano Anthony Perosh con tan solo dos puñetazos que mandaron a Perosh contra las rejas del octágono sin capacidad de respuesta.

Estos combates formaban parte de las veladas sin ningún título en juego, pero si hablamos de KO's con títulos en juego tenemos que nombrar a uno por encima de los demás y que, a día de hoy, aún tienen el récord de rapidez. El 12 de diciembre de 2015, en el MGM Gran Garden Arena de Las Vegas, el luchador irlandés y famoso peleador Conor McGregor se enfrentaba al brasileño José Aldo por el título de peso pluma de la UFC. Poco le duraron las opciones de victoria al brasileño porque McGregor impactó su zurda en su mandíbula y lo lanzó directamente a la lona en 13 segundos.

Estas son las peleas más rápidas de la UFC. Combates que se decidieron rápidamente por KO y que han entrado en la historia por su corta duración. Y Conor McGregor, uno de los nombres históricos del octógono, no podía faltar a una lista con los knockouts más rápidos de la historia.