Es más que comprensible que aquellos valientes (por amor al fútbol americano, por no tener que madrugar o por simple postureo) que decidieron anoche aguantar para ver la Super Bowl se fueran a la cama con el 3-21 del descanso, fanáticos de Lady Gaga al margen. En ese momento el reloj en España marcaba las dos y media. Es comprensible, sí. Pero se equivocaron.
En uno de los segundos tiempos más épicos de las 51 Super Bowls disputadas hasta ahora, los Patriots de New England lograron hacer 25 puntos para empatar un partido que perdían al descanso 3-21. Un partido en el que Atlanta incluso llegaría a anotar un cuarto touchdown que no le sirvió para evitar la remontada legendaria de su rival.
Los de Georgia habían cerrado un primer tiempo espectacular. En especial el segundo cuarto (tras el primero, aún reinaba el empate a cero en el marcador), que ni en el guion de sus mejores sueños hubieran escrito así. Tres touchdowns (seis puntos cada uno) con sus respectivas conversiones del punto extra para ponerse con 21 puntos que hacían soñar a los sureños con su primer trofeo. En frente, unos Patriots erráticos que sólo pudieron sumar tres puntos con un 'field goal' (tiro a palos que otorga tres puntos al equipo que convierte) al filo del descanso.
Ahí cayó Lady Gaga del cielo, hizo vibrar al estadio con su salto al vacío de diez millones de dólares y se fue con la misma rapidez para dejar de nuevo saltar a los verdaderos protagonistas. Pero ya era otro césped y otra final, sin que nadie pudiera sospecharlo. Menos aún si tenemos en cuenta que Atlanta logró arrancar el segundo tiempo con un nuevo touchdown con conversión incluida. Esto es, 3-28 con menos de medio partido por delante.
Desde ahí hasta el final, la locura. Los Patriots despertaron para protagonizar la mayor remontada que se recuerda en una Super Bowl y provocar el hecho histórico de llevar la gran final de la NFL a la prórroga. Con unos Atlanta Falcons totalmente destruidos en lo moral, Patriots no dejó pasar la oportunidad de sellar la hazaña y escribir en letras de oro uno de los partidos más legendarios de la historia del fútbol americano. El último touchdown dejaba el marcador final en 34-28.
El gran protagonista de la noche, una vez más, fue Tom Brady que lograba su quinto título (todos los que su equipo ha logrado) supera a Joe Montana y es el único quaterback de la historia de la NFL que tiene cinco anillos.