No hay obstáculo que no se pueda superar. Es el pensamiento de Santiago Fretes, un niño argentino de once años que nació con una malformación genética. Pese a vivir pendiente de unas muletas ha conseguido ser uno más en las canchas de fútbol.
Santiago, de familia humilde, no tiene poder económico para comprarse una prótesis pero esto no le ha impedido disfrutar de su pasión por el balón. Una imagen suya en la despedida del futbolista Diego Milito de Racing de Avellaneda dio la vuelta al mundo y cambió su vida para siempre.
El pequeño prestaba una de sus muletas a otro niño para que no perdiese detalle del campo. El Racing de Avellaneda se interesó por su historia y le incluyó en el programa Racing Integrado. Fretes ya podía vivir su pasión por el fútbol bajo los colores que tanto ama.
Su último gol –con regate incluido- en un partidillo con varios niños ha conmovido una vez más a toda Argentina. Pese a la dificultad de jugar con muletas, Santi hace una obra de arte sobre la cancha que termina en gol.
La historia de Santi es un ejemplo de lucha y superación ante las adversidades. Y siempre sin perder la sonrisa.