España suma una medalla de plata en fútbol tras caer (2-1) en la prórroga ante Brasil con un gol de Malcon. La ‘canarinha’ se adelantó con un gol de Cunha en la primera mitad. Oyarzabal puso el empate (1-1) en el minuto 60 con una gran volea a centro de Carlos Soler desde la derecha.
Medalla número 17 para España en Tokio 2020. De plata, en fútbol. Brasil se llevó el oro en una final futbolera, de verdad, en plenos Juegos. Los títulos, las finales, se ganan con un cúmulo de detalles. Brasil aterrizó muy favorita en Tokio, con mezcla de veteranos y jugadores emergentes. Y a España se le comenzó a escapar el oro justo en su debut frente a Egipto, las lesiones de Mingueza y Ceballos. Demasiado castigo. Fue un palo duro.
Luis de la Fuente se ha graduado hace tiempo en el fútbol profesional. Los resultados suman prestigio. La plata, lo es. Y sobre todo, suman las decisiones. Se mueve De la Fuente en una meritocracia constante. Respeto a los galones, sí. Asensio, Mikel Merino o Dani Olmo, chicos ya de la absoluta, dentro del once inicial, de saque. Pero cuidado, que a la mínima, Carlos Soler, Bryan Gil o Rafa Mir, atentos todo el torneo. Nunca le tembló el pulso a De la Fuente, quien movió ficha siempre con firmeza y determinación.
Pero a España le faltó banquillo en la posición de lateral derecho. La lesión de Mingueza, a las primeras de cambio le pasó factura a España. Lo mismo que la de Ceballos. Mucha ventaja para el rival en un torneo corto. Y sobre todo, si es Brasil el enemigo.
Brasil bailó a Alemania en el debut de los JJOO. Y dijo aquí estoy. Richarlison fue un vendaval aquel día y Antony, el chaval del Ajax, un puñal en la banda. Parecía un oro claro para Brasil. Hoy, a Richarlison se le fue un penalti al limbo y Antony, un virguero, ilustró su repertorio en el uno contra uno.
Juanfran Torres, el ex del Atlético de Madrid, jugó un par de temporadas en el Sao Paulo. El tiempo suficiente para tener el disco duro del futbol brasileño. No hay nadie como él en España ahora para, desde una dirección deportiva, acceder a la captación de jóvenes promesas en Brasil. Nada más llegar a Sao Paulo, en una conversación privada, me advirtió. Hay un extremo espectacular. Un niño que se llama Antony, que es un chico dinámico, perfil virguero, juguetón. Muy brasileño. Llena la vista. Meses después, fichó por el Ajax.
España se hizo grande en el segundo tiempo. Los cambios de Luis de la Fuente cambiaron el mapa. Carlos Soler y Bryan Gil dieron alegría. Otro mundo. Carlos y Bryan, los Gil, enviaron sendos balones al larguero en la recta final, justo antes de la prórroga.
Brasil firmó unos JJOO interesantes, Jugadores de fuste como Douglas Luiz, Claudinho, Bruno Guimaraes, unidos a gente de trayectoria del perfil Dani Alves o Diego Carlos dieron lustre a una selección como Brasil, que con ese plus de su camiseta dieron prestigio al torneo. Al final, una diagonal de Malcom, ex jugador del FC Barcelona, fresco de recambio, sacó provecho y firmó el 2-1, que dio el oro a Brasil.
Ganar el oro en fútbol es una proeza. Y por eso, sigue vigente, más que nunca, la gesta de Barcelona '92. España sigue recordando con nostalgia aquella del Camp Nou. Los JJOO de Barcelona van asociados al gol de Kiko. Aquella final con ese saque de esquina de Chapi Ferrer, en medio de las prisas, la pasión de Abelardo y Luis Enrique en el área; y el golazo de Kiko, el 2-1 a Polonia que dio el oro y el carnet de futbolista a Kiko. Ese dia, como cuenta él, comenzó a ser futbolista de verdad, de los que salen en la tele. Con su oro colgado en el cuello.