Llevamos varios meses condenados a un confinamiento más o menos estricto y nos sentimos más oxidados que nunca. Queremos volver a ponernos en forma y no sabemos realmente qué tipo de ejercicios son los más adecuados. Nos han hablado en nuestro gimnasio de ejercicios aeróbicos y anaeróbicos. Pero, ¿cuál es la diferencia entre ambos? ¿Son lo mismo? ¿Cuál es más beneficioso para nuestra salud?
Si tiramos de etimología, aeróbico viene de nuestros antepasados griegos y se refiere a la forma en que el organismo consigue la energía. Es decir, cualquier actividad que hagamos es cubierta por el oxígeno que respiramos. Andar sería un ejemplo perfecto ya que se cubren las necesidades de oxígeno al respirar. Otros ejemplos de prácticas aeróbicas serían el baile, el ciclismo, la natación, correr a ritmo moderado, el tenis o el esquí de fondo.
El ejercicio anaeróbico se realiza generalmente a baja o media intensidad durante un largo tiempo y de ahí que nuestro organismo requiera mucho oxígeno. Si practicamos a menudo estos ejercicios mejoraremos nuestro sistema cardiovascular y perderemos peso, al facilitar la eliminación de grasas.
Por otro lado, anaeróbico significa "sin oxígeno", porque la energía proviene de fuentes inmediatas como son el ATP muscular, la fosfocreatina y la glucosa. Ejemplos de ejercicios anaeróbicos son hacer pesas, abdominales, carreras cortas pero a gran velocidad o la gimnasia artística.
En realidad, ambos tipos de ejercicios intervienen en cualquier actividad física, por lo que deberíamos decir que un ejercicio es más aeróbico que anaeróbico o viceversa. Y si lo que nos preocupa realmente es cuidar nuestra salud y mantenemos en forma, deberíamos cuidar nuestra alimentación y alternar ambos tipos de ejercicios.
De hecho, ambos ejercicios están muy conectados: el aeróbico usa oxígeno para producir energía y ésta puede provenir tanto de la grasa como de la glucosa. Sin embargo, el anaeróbico solo puede usar la glucosa de los músculos como combustible para movimientos rápidos y cortos, y está disponible cuando el sistema aeróbico ha estado al máximo rendimiento por un corto espacio de tiempo.
Una vez aclaradas las diferencias entre ambos tipos de ejercicios, entremos más en profundidad en los beneficios de los ejercicios anaeróbicos. Las prácticas anaeróbicas se caracterizan por ser de alta intensidad y necesitar un enorme esfuerzo durante un corto espacio de tiempo. Lo que se busca con todo esto es liberar mucha energía en un período de tiempo muy reducido y que la demanda de oxígeno supere el suministro del mismo. Existen varios beneficios comprobados de esta práctica:
Los beneficios del entrenamiento anaeróbico son impresionantes, pero tenemos que tener en cuenta algunos consejos antes de realizar este tipo de ejercicios.
Los ejercicios anaeróbicos están muy vinculados a los aeróbicos y lo lógico es combinarlos para sacar el mejor provecho de ambos. Los expertos recomiendan una mezcla inteligente de los dos para sacar el mayor beneficio y mantenernos en forma. Una unión de ambos nos asegura una mejora de nuestro estado físico y mental.