¿Eres pronador o supinador? Si esa pregunta te suena a chino es que no sueles salir a correr habitualmente o, dicho de otra manera, la fiebre del running aún no te ha contagiado. Pero si sabes de lo que estamos hablando es que ya disfrutas de este deporte y conoces la importancia de la pisada en tus salidas. Aquí vamos a explicarte las diferencias entre pronador y supinador, qué son esos términos y cómo influye tu pisada en la carrera.
Vaya por delante que ser pronador o supinador no es ninguna enfermedad, sino un tipo de pisada. Las articulaciones de nuestro cuerpo hacen que, al correr, se forme un determinado ángulo entre el tobillo y el suelo. Dependiendo de cómo sea ese ángulo se puede dividir a los runners entre pronadores, supinadores o neutros, es decir, que no pertenecen a ninguno de los dos grupos.
La fórmula más sencilla de saber si somos pronadores, supinadores o si nuestra pisada es neutra es por medio de un análisis de pisada. Muchas tiendas especializadas ya cuentan con aparatos que nos analizan la forma de pisar, algo muy importante ya que puede ayudarnos a escoger las zapatillas más adecuadas para cada persona, pero cualquier podólogo puede ayudarnos a descubrir qué tipo de pisada tenemos.
En términos generales, casi la mitad de las personas son pronadoras, entre un 40 y un 50 por ciento; otro porcentaje similar corresponde a quienes tienen una pisada neutra, también cercano a una de cada dos personas; mientras que el de los supinadores es el grupo menos numeroso, ya que apenas se corresponde con el diez por ciento de la población, una de cada diez personas.
Pero, ¿qué es ser pronador y supinador?
Aunque lo normal es que sea un podólogo o un especialista quien nos diagnostique nuestro tipo de pisada, también podemos hacer un experimento casero que, en muchos casos, es igual de válido. Si cogemos unas zapatillas que hayamos usado mucho tiempo corriendo y miramos la suela, el desgaste nos puede ayudar a entender qué tipo de runner somos: pronadores, si la zapatilla está desgastada hacia el interior, o supinadores, si está desgastada hacia el exterior. Si el desgaste es similar por igual, lo normal es que seamos parte del grupo de runners con pisada neutra.
Como decíamos anteriormente, ser supinador o pronador no es ninguna enfermedad. Sin embargo, sí que hay diferencias entre unos y otros en cuanto a las posibles lesiones que cada tipo de pisada puede provocar en los runners. Como explica el doctor Ángel de la Rubia, "el pie está diseñado para pronar: la pronación es un movimiento que realiza el pie rotando hacia el interior de su eje, para absorber la presión derivada de la fuerza de la gravedad, en sentido descendente, y la fuerza del terreno, en sentido ascendente. De no ser por este movimiento amortiguador, este se rompería".
El problema es cuando hay un exceso de pronación, ya que eso puede provocar diversas lesiones, como el mismo hecho de ser supinador. Las más habituales entre los pronadores son la fascitis, la aquileitis, la cintilla iliotibial, la lumbalgia o el síndrome del piramidal, todas ellas muy comunes entre los runners. Por su parte, las lesiones más repetidas entre los supinadores son talalgias, cervicalgias, problemas en el gemelo o, como los pronadores, la aquileitis.
Todas esas lesiones tienen tratamiento poniéndonos en manos de especialistas, pero si somos capaces de adelantarnos al problema podemos conseguir evitarlas. Detectar si somos pronadores, supinadores o tenemos una pisada neutra nos permite elegir zapatillas que se adaptan a nuestras necesidades específicas y que no ayudan a corregir ese problema. Puede ser una solución sencilla de evitar males mayores.
En caso de que nuestra pisada sea muy extrema la solución puede pasar por los podólogos, ya que disponen de tecnología para crear plantillas que se adaptan perfectamente a las zapatillas para compensar la pisada. Además, hay podólogos deportivos que están muy acostumbrados a tratar con estos problemas y que aconsejan a los runners la mejor solución para cada caso.
Ahora que ya sabemos qué es supinador y pronador y las diferencias entre ambos, podemos seguir disfrutando del running como de costumbre. Detectar cómo es el estilo de nuestra pisada es muy importante para evitar lesiones a largo plazo, algo vital para nuestro día a día como corredores.