Un grupo de expertos chinos ha desarrollado un sistema de detección de virus en aerosoles que activa alarmas si halla coronavirus en el aire de una estancia y que se usará en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, explicó la organización del evento.
El Comité Organizador puntualizó que garantizará la "seguridad" de los JJ. OO. con avances tecnológicos que también se aplicarán a la desinfección, la cual incluirá técnicas de nanofiltrado para los sistemas de tratamiento de aguas y de refrigeración de las sedes de los Juegos.
En el caso del Centro de Wukesong, que acogerá las competiciones de hockey sobre hielo, se emplearán robots con espráis desinfectantes.
El objetivo de Pekín es prevenir que los Juegos, que comenzarán el próximo 4 de febrero, sean el origen de un rebrote del virus en China, cuyas autoridades han hecho de la política de tolerancia cero contra la covid uno de sus principales orgullos.
Pese a las estrictas medidas de prevención, ya se han detectado tres casos de covid entre los atletas que se encuentran en la capital china para participar en los eventos de prueba o en la propia cita olímpica.
Pekín será la primera ciudad de la historia en acoger unos Juegos de verano y otros de invierno, aunque en los de 2022 la ciudad sólo será sede de las pruebas sobre hielo, mientras que las competiciones sobre nieve tendrán lugar en Yanqing y Zhangjiakou, al norte de la capital.
Precisamente la falta de nieve es una de las principales preocupaciones: Yanqing y Zhangjiakou solo reciben alrededor de 20 centímetros al año, lo que hará necesario usar unos 186.000 metros cúbicos de agua para fabricarla de forma artificial.
En respuesta a los temores de que dicho consumo pudiera afectar, tal y como denunció Greenpeace hace dos años, al suministro de Pekín, las autoridades han llevado a cabo un trasvase que evitará que se reduzcan los niveles de las aguas subterráneas de la zona.
Además, el Comité aseguró que se usarán los cañones de nieve "más eficientes del mundo", que sólo se encenderán cuando los sistemas meteorológicos "de alta precisión" detecten una subida de la temperatura.