Quien no sepa qué es el curling y haya visto alguna vez a varios señores barriendo una pista de hielo con una escoba mientras veían deslizarse una piedra se habrán preguntado qué estaban haciendo. La respuesta es jugar al curling, uno de los 15 deportes olímpicos de invierno que arrasa cada cuatro años y que, cada vez, gana más adeptos, aunque en España aún no termina de arrancar.
Se trata de un deporte que se practica sobre hielo y en el que participan dos equipos de cuatro jugadores cada uno. El objetivo es lanzar unas piedras de granito de tal manera que queden lo más cerca posible de una marca que se coloca en el centro de la pista. Un deporte que muchos han comparado con la petanca, pero deslizando piedras sobre hielo en lugar de lanzar bolas sobre una pista de tierra.
En este típico deporte de invierno, el objetivo es dejar las piedras lo más cerca posible del "botón" o círculo central que hay dibujado al final de la pista. Cada piedra que quede dentro de la "casa" o círculo azul que protege el botón contará con un punto, mientras que las que queden fuera de ese círculo no puntuarán. En este deporte se necesita una enorme concentración ya que la precisión es importantísima para llevarse el triunfo.
Cada equipo de curling está formado por cuatro jugadores. Los partidos se disputan al mejor de 10 rondas y, en cada una de ellas, los equipos disponen de ocho piedras: cada uno de los cuatro miembros del equipo lanzan dos piedras en cada ronda y, además, lo hacen siempre en el mismo orden. Estas son las funciones de cada jugador:
Los dos equipos se van alternando en el lanzamiento de las piedras. Están fabricadas en granito y pesan entre 17,24 y 19,96 kilos. Cuentan con un asa de plástico en la parte de superior para que el lanzador pueda agarrarlas y sus medidas reglamentarias establecen que no pueden superar los 11,43 centímetros de altura ni 91,44 centímetros de diámetro.
Tras el lanzamiento, dos miembros del equipo barren la piedra enviada por su compañero hacia la zona de puntuación. Es un momento vital, ya que con ese barrido pueden hacer que la piedra vaya más rápida o más lenta, dependiendo de la estrategia buscada. También pueden buscar que la piedra impacte sobre las piedras del equipo rival para sacarlas de posición de puntos.
¿Cómo se puntúa en el curling? Al final de cada entrada, cuando los dos equipos hayan lanzado sus ocho piedras, el árbitro dará un punto a cada equipo por cada piedra que haya quedado situada dentro de la casa. Cuando se completan las 10 rondas se suman los puntos sumados en cada una de ellas y el equipo que más tenga es el ganador. En el caso de que haya empate, se disputarán tantas rondas extras como sean necesarias hasta que uno de ellos sea el ganador.
Para practicar el curling es necesario disponer de una pista de entre 44,5 y 45,7 metros de larga y entre 4,4 y 5 metros de ancha. Son las medidas oficiales de una pista de curling que, además, tiene varias particularidades, entre ellas que cada ronda se disputa lanzando hacia uno de los dos lados de esa pista.
El lanzador se lanza desde el 'hack', que está colocado en un extremo de la pista, y tiene que soltar la bola antes de llegar a la 'hog line', que está situada a unos 10 metros de distancia. A partir de ese momento, los jugadores que llevan la escoba se encargarán de barrer para que la piedra tome un rumbo y otro y, además, vaya a la velocidad deseada por el equipo.
Con ese barrido se puede acelerar la velocidad de la piedra, calentando la superficie del hielo, o hacer que se reduzca esa velocidad para que se quede en la casa. El objetivo es que las piedras se coloquen dentro del círculo azul y que, al mismo tiempo, golpeen a las piedras del equipo contrario para expulsarlas de la zona de puntuación.
El curling es uno de los deportes de invierno más apasionantes y seguidos de los juegos olímpicos. Ahora que ya sabes cómo jugar al curling, disfrutar de este deporte será un poco más sencillo e, incluso, quizás te apetezca probar su práctica. Seguro que te engancha.