Los expertos lo tienen claro: el 'handstand walk' es uno de los movimientos de aptitud funcional más impresionantes que se pueden dominar. Conocido también como caminar haciendo el pino, es un ejercicio que es muy completo y que nos desafía al máximo en el mundo del CrossFit. No sólo requiere de una considerable fuerza, equilibrio y control, sino que también es una habilidad única que aprender y hasta alardear de ella. La clave, como en casi todo, es la práctica y la paciencia. Sin importar lo fuerte o lo en forma que estés, (casi) nadie domina el handstand walk a la primera.
Si esto de handstand walk te suena a chino, lo primero que hay que saber es en qué consiste esta práctica. Se trata, simplemente, de caminar pero de forma invertida; es decir, desplazarnos de un lado al otro sobre nuestras manos y con los pies totalmente elevados, como si estuviéramos haciendo el pino.
A pesar de lo circense de la maniobra, es una de las formas de entrenamiento más completas y que mayores quebraderos de cabeza suponen para los aficionados al CrossFit. Vamos a darte una serie de consejos para, desde cero, dominar esta técnica y que tu musculatura, tu equilibrio, tu fuerza y tu acondicionamiento físico te lo agradezcan.
Antes de comenzar, has de ser consciente que, para poder ejecutarlo perfectamente, es necesario que tengas mucha fuerza tanto en los brazos como en los hombros. Los músculos que trabajamos con el handstand walk son todos los del tren superior.
Allí es donde desarrollaremos el máximo de fuerza y estabilidad, así como la coordinación. Dentro de estos músculos los más importantes son los hombros, los tríceps, los bíceps y los branquiales. Para mantener el equilibrio, también se trabajan los abdominales y la zona baja de la espalda.
Por ir con algo de entrenamiento previo, intenta realizar con anterioridad ejercicios que desarrollen la musculatura y la fuerza de estas zonas: el wall climb (escalada de pared) o las handstand push ups (flexiones invertidas) son buenas opciones dentro del CrossFit.
Las handstand push ups, además de mejorar la fuerza de nuestros hombros, nos van a servir para encontrar la posición perfecta de las manos y el cuerpo y, sobre todo, ganar confianza, ya que, para algunas personas, eso de estar boca abajo puede ser aterrador.
Empieza por hacer el pino sobre una pared con lo que tus piernas se apoyarán en ella y no sentirás el vértigo y el miedo a caerte. Luego, coloca tus manos a unos 30 centímetros de distancia de la pared en el suelo a la altura de los hombros, con las palmas ligeramente giradas hacia afuera y los dedos índices apuntando hacia adelante. Lleva la pierna trasera hacia la pared mientras impulsas los pies hacia la misma.
Una vez que estés en posición de pie, asegúrate de mantener una sujeción firme, encogiendo los hombros hacia las orejas y manteniendo los pies juntos.
Levanta una mano del suelo y rápidamente apóyala, luego haz lo mismo con la otra. Esto te hará ir ganando equilibrio y que tus hombros se acostumbren al cambio de peso. Paulatinamente, aumenta el tiempo que estás apoyado sobre una sola mano.
Cuando hayas ganado la confianza suficiente (no tengas prisa), separa tus piernas de la pared unos segundos y vuelve a colocarlas en la pared otra vez. El objetivo es comprobar que puedas sostenerte con tus manos únicamente, sin la ayuda del muro. Hazlo muy poco a poco y vuelve hacia la pared para no perder el equilibrio.
A medida que vayas dominando estos pasos, tú mismo te sentirás preparado para el capítulo final, que es el de andar sobre tus manos. Es normal que al principio aguantes muy poco o que sientas que vas a perder el equilibrio, pero con práctica terminarás consiguiéndolo (los expertos afirman que necesitarás al menos tres o cuatro semanas para lograrlo).
En cuanto a la posición que debes adoptar para hacer correctamente el handstand walk y no hacerte daño, aquí tienes una serie de consejos.
Parece difícil, ¿eh? Fácil no es, pero puedes llegar a dominar el handstand walk con el entrenamiento adecuado (recuerda potenciar todo el tren superior) y con la práctica necesaria de la que te hemos hablado. Paciencia, práctica y constancia son las tres palabras que has de adoptar para conseguir finalmente dominar este ejercicio de CrossFit. Suerte.