Hay muchos esquiadores cuya única actividad deportiva en todo el año es esquiar. Es común ver a esquiadores de buen nivel con sobrepeso y con un estado de forma limitado debido a su vida sedentaria durante meses. Esto es un peligro y, al mismo tiempo, un gran error porque la práctica del esquí se debe hacer siempre con un estado de forma mínimamente aceptable si queremos disfrutar y no lesionarnos.
Si somos de los que vamos a esquiar todas las temporadas, es más que recomendable que nos mantengamos en forma. Al igual que antes de ir a esquiar revisamos el material, nuestro cuerpo también ha de ir preparado. El esquí es un deporte muy agresivo en todos los aspectos, sobre todo para nuestras articulaciones.
¿Qué deportes se recomiendan para llegar bien a las pistas de esquí? Son complementarios al esquí la práctica del ciclismo, patinaje, running, senderismo o trekking. Si practicamos estas modalidades con asiduidad, llegaremos bien a las pistas de esquí.
Esquiar conlleva que nuestro cuerpo realice una serie de movimientos poco naturales y que no solemos hacer en nuestra vida rutinaria. Se trabaja mucho las piernas, las rodillas, la cadera y también brazos y hombros. Esquiar requiere una gran exigencia física, no es un tema trivial.
El esquí alpino demanda mucho trabajo por parte del sistema anaeróbico y casi todo el esfuerzo físico recae sobre las piernas y, más concretamente, sobre los cuádriceps. Si tenemos buena técnica, no solo este poderoso músculo intervendrá, también participarán todos los músculos de las extremidades inferiores. Gracias a éstas, nuestras piernas funcionan a modo de amortiguador absorbiendo las irregularidades del terreno.
No solo hay que trabajar las extremidades inferiores, también hay que cuidar el equilibrio dinámico. Esto se consigue desarrollando la resistencia y la agilidad de los músculos abdominales, dorsales y también de los brazos.
El calentamiento antes de esquiar es muy importante. Nunca esquíes sin haber calentado antes; pero, ojo, no es necesario que estires porque su función es relajar la musculatura y esto no es lo que necesitamos antes de comenzar a esquiar. Lo mejor para calentar es correr, saltar y hacer flexiones. Si no podemos calentar, como último recurso, podemos empezar a esquiar de forma suave y con movimientos lentos y progresivos.
La principal recomendación es que de 2 a 4 días por semana hagas ejercicio. Te llevará poco tiempo, basta con que solo hagas 20 minutos de actividad. Con esto, tu cuerpo lo agradecerá. Si quieres, puedes hacer mucho más y te sugerimos esta propuesta:
Con estas propuestas podrás aumentar la fuerza en las piernas:
La preparación más correcta para esquiar tiene tres estadios:
No consideres el esquí como una forma de pasar el día al aire libre, tómatelo como una práctica deportiva de las más exigentes. Por eso has de ir en forma a esquiar, te divertirás más y te lesionarás menos.