Saber cómo se clasifican las pistas de esquí es lo primero que debemos conocer antes de iniciarnos en uno de los deportes más bonitos que existen. Hagamos esquí o snow, tenemos que tener presente siempre que deslizarnos por la nieve es un deporte de riesgo y, por tanto, no hay que olvidar todos los riesgos, que los hay y muchos.
Lo primordial es conocer algo básico y es la clasificación de las pistas de esquí. Éstas se agrupan por colores. Todas las pistas de una estación de esquí tienen asignadas un color y dicho color varía según la dificultad para bajarlas.
Las diferentes categorías o colores de pistas son:
Verdes: son las pistas más fáciles de todas. Son aptas para los esquiadores no iniciados y que están aprendiendo a esquiar. La inclinación de estas pistas es leve, no superan el 10 o el 15 por ciento. Además, en estos trazados la nieve está más cuidada y pisada, aunque a final del día suelen estar en peor estado debido a la gran afluencia de esquiadores que pasan por ellas. Para que una pista sea verde ha de tener poca inclinación y ser ancha. De esta forma, no se podrán coger grandes velocidades y los riesgos de caídas y accidentes entre esquiadores son menores. Otro aspecto importante de estas pistas es que hay perchas, telesillas y remontes adaptados a esquiadores novatos.
Azules: son un poco más complejas que las verdes y suelen ser las más transitadas ya que son ideales para mejorar nuestro nivel de esquí. Por ellas esquían esquiadores de nivel bajo y medio y suelen tener poco desnivel, son anchas y no tienen cambios de rasante ni baches. En las primeras horas del día, estas pistas suelen estar en buenas condiciones ya que la nieve está cuidada y pisada.
Rojas: estas pistas son para esquiadores de nivel medio y alto. Si eres novato o te estás iniciando, no es una buena idea descender por este tipo de pistas bajo ningún concepto. Suelen tener un desnivel superior al 35% y por ellas bajan esquiadores con experiencia que alcanzan una gran velocidad. Es más que posible que este tipo de pistas sean estrechas y haya baches, así como peligrosos cambios de rasante. Para bajar estas pistas y divertirte, has de tener un nivel mínimo de esquí.
Negras: estas pistas solo están al alcance de los esquiadores expertos y de alto nivel, aquellos que lo bajan todo sin fijarse en el color de la pista buscando diversión de forma segura. Las pistas negras son las menos abundantes en las estaciones de esquí ya que deben tener una gran pendiente, de hasta el 50%. Además, una pista puede ser catalogada como negra porque sea muy estrecha, porque la nieve no esté pisada, haya baches y bañeras y muchos cambios de desnivel. Está terminantemente prohibido utilizarlas si no se e un esquiador experto.
Además de los cuatro colores principales, verde, azul, rojo y negro, hay otro tipo de pistas que solo deben ser bajadas por los esquiadores experimentados, pero que, además, busquen sensaciones fuertes y sobre todo tengan un buen estado de forma.
Estas pistas están anunciadas claramente antes de bajarlas y están clasificadas con uno o dos diamantes. Son así porque tienen nieve natural, no están pisadas, el terreno por donde discurren es irregular, hay baches, saltos y varios tipos de dificultades que, si no se tiene un nivel máximo, van a provocar un mal rato a aquel que se interne por ellas.
Por último, hay que hablar de los fuera de pista: es un comportamiento que lleva años ganando adeptos, pero que es muy peligroso, ya que los aficionados salen a esquiar fuera del dominio de la estación. Es imprescindible saber 'leer' cómo está la nieve ya que, si se sufre un accidente, el seguro no cubrirá los problemas que se deriven de él, ya sea rescate, atención médica, etc. Pero, ante todo, hay que tener claro que fuera de pista hay un importante peligro de avalancha y eso es un gran riesgo. El mejor consejo es no salir nunca fuera de pista.
Esquiar es un deporte bonito porque disfrutas de la naturaleza, proporciona magníficas sensaciones y, además, lo puedes practicar con la familia o los amigos. Pero no podemos olvidar que puede llegar a ser un deporte peligroso si no se respetan las normas. Es vital que antes de bajar una pista nos fijemos de qué color es y adaptemos cada bajada a nuestro nivel de esquí. Hay que pensar que si una pista tiene un color es porque los expertos de la estación la han catalogado así por su inclinación, tipo de nieve, amplitud o sus baches.
El hecho de esquiar por una pista que no es de tu nivel hará que pongas en peligro tu integridad, pero también la de los demás esquiadores. Al fin y al cabo, cuando vamos a esquiar es para pasarlo bien y hacer deporte, no para asumir riesgos absurdos. La clasificación de las pistas de esquí y el color que tiene cada pista es una ayuda para que el aficionado disfrute de un gran día de nieve.