No ha podido ser. Carlos Arévalo y Saúl Craviotto han terminado quinto y séptimo respectivamente en la final de K1-200 de piragüismo y se quedan fuera de las medallas en esta modalidad de Tokio 2020.
Arévalo firmó un crono de 35.391, 0.356 segundos por detrás del húngaro Sándor Tótka, que hizo un tiempo de 35.035 segundos y se colgó la medalla de oro en la prueba.
Craviotto terminó séptimo con un tiempo de 35.568. La medalla de plata fue a parar al italiano Manfredi Rizza (35.080) y el bronce al británico Liam Heath, que conquistó el oro en Río 2016 en esa categoría y la plata en el K2 200m.
"Llevo varios días diciendo que mi objetivo era el K4, que aquí venía a intenta optar a meterme a la final", dijo el deportista catalán tras la regata, de la que salió "muy contento y ya pensando en mañana", donde buscará meterse en semifinales en el K4 junto a sus compañeros Marcus Cooper Walz, Rodrigo Germade y Carlos Arévalo.
"Es verdad que en caliente un poco de rabia sí que me da. Al final siempre sueñas con que puede salir la carrera de tu vida", señaló Craviotto, afincado en Gijón, que reiteró que en estos Juegos, sus cuartos, "la prioridad siempre ha sido el K4".
Esta final le ha servido al piragüista "para quitar el gusanillo éste, el nerviosismo de la competición" y cargar pilas para el K4.