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Así deben ser las zapatillas para el running: características principales

  • Una zapatilla de running ha de ser cómoda para que el pie logre estabilizar todos los huesos, tendones y músculos que intervienen en la carrera

  • La duración media de las zapatillas de un runner suele estar entre 600 y 800 kilómetros

Los años 70 del siglo XX fueron definitivos para afianzar el concepto de 'footing', personas que salían a correr para mejorar físicamente o, simplemente, por pasar el tiempo o hacer deporte. Célebre es la escena de la película "Forrest Gump", en la que el protagonista empieza a correr y acumula seguidores en su trayecto. Sí, quizás nació antes, pero cuando llevamos 20 años del siglo XXI es un movimiento más vivo que nunca, aunque ahora lo asumimos como 'running'. Cosas de los tiempos.

Y el caso es que una marca deportiva se hizo mundialmente famosa con esta nueva forma de vivir, corriendo en nuestro tiempo libre. Así que, aunque la intuición nos lleve a pensar que hubiera podido ser una pura moda comercial lo cierto es que, de alguna manera, sí ha logrado mejorar nuestros hábitos, que a finales del siglo pasado nos llevaban a estar anclados delante del televisor. Y al calor de convertirlo en una práctica diaria, es verdad que la tecnología ha ido evolucionando mucho, como un ente vivo. Y no solo la tecnología: el factor humano del intento de mejora, del pique con el amigo o el grupo de amigos, ha hecho que seamos muy exigentes con los productos que los diferentes fabricantes han ido lanzando al mercado.

Si hablamos de cómo se corría hace cincuenta años, nos enfrentamos a zapatillas ciertamente rudimentarias, aunque punteras en tecnología para el momento; pero si hablamos de la actualidad, podemos decir que en 40 años el salto tecnológico ha sido abismal. Es la diferencia entre zapatillas con una suela de goma (de mayor o menor grosor) a zapatillas inteligentes, que son capaces de calcular el peso del corredor y aplicar distintas presiones sobre los impactos dependiendo del terreno; zapatillas que serán capaces de ayudar a un atleta a bajar de las dos horas en una maratón.

Pero quizás, no todo sea tecnología a la hora de correr. En los círculos de expertos, de los de verdad que no solo asaltan carreteras y caminos los fines de semana, se están imponiendo, últimamente, dos tendencias en cuanto a los requisitos que debe tener una buena zapatilla deportiva. Roberto Picos, triatleta y fisioterapeuta del Centro Osteo Coruña, es partidario de una zapatilla sencilla, lo más cercano posible a correr descalzo: "Los fisios asumimos que hay gente que no puede correr descalzo por múltiples razones y por ello les compensaría usar zapatillas estabilizadoras". En general, los expertos apuntan a la necesidad de darle la importancia que merece al pie, el protagonista de nuestra historia, y al que nunca prestamos atención a la hora de elegir zapatillas para correr.

Características de las zapatillas para running

Si nos decantamos por seguir en lo que hemos tomado como hábito hasta ahora, es decir, correr con zapatillas ultratecnológicas, habría que procurar que el pie tenga una buena libertad interior, empezando a contar con recomendaciones básicas como la distancia del dedo más largo a la puntera, que debe estar en 1 centímetro, aproximadamente; tener clara la morfología del pie, mejorar la posición del arco del pie y saber qué tipo de carrera hacemos, qué pisada tenemos.

Por supuesto, también debemos ser conscientes de nuestro peso e, incluso, el terreno más habitual por el que vamos a practicar el running ya que no es lo mismo hacerlo habitualmente por caminos de tierra que por asfalto o aceras. Las marcas hacen verdaderos esfuerzos por alegrarnos la vista para que elijamos su modelo en función de la estética, pero los verdaderos runners saben que ese es el último punto a tener en cuenta.

Roberto Picos recuerda que, si alguien quiere tomar sus recomendaciones de cambio de zapatillas, debería hacer un proceso de transición de las zapatillas usadas habitualmente hacia las más sencillas o minimalistas: "Este proceso de transición es fundamental y no todo el mundo puede hacerlo de la misma manera. En el camino para usar una zapatilla de running más simple debemos tener en cuenta factores como el rango articular, lesiones antiguas, etc. Hay que bajar la carga de trabajo e intensidad, es decir, menos distancia o menos potencia". Además, hay que recordar que estamos acostumbrados a los zapatos en nuestro día a día y cambiar de zapatillas bruscamente a la hora de hacer un entrenamiento fuerte puede provocar lesiones.

También queremos dar una orientación sobre la durabilidad de las zapatillas de running, puesto que no todos los corredores las desgastan de la misma manera. Es cierto que se suele recomendar cambiarlas cada 600-800 kilómetros, pero como Roberto Picos reconoce "puede que alguna vez salgas a correr y te sientas más cómodo en unas muy viejas, que en otras recién estrenadas. Esas cosas también pasan, así que la comodidad y las sensaciones que uno encuentre en la carrera serán las que marquen, en buena medida, la duración de las zapatillas de running".

Por último, nuestro fisioterapeuta de referencia no quiere que dejemos pasar las recomendaciones principales acerca de las zapatillas: "Más allá de si sus características son más minimalistas o no, unas zapatillas de running deben ser cómodas. Y si compramos unas que no nos proporcionan esa comodidad para la carga de trabajo que tenemos prevista, debemos dejar de usarlas porque lo único que nos pueden provocar son lesiones y tendríamos que volver al modelo más parecido al que teníamos y que nos genere esa comodidad".