No es ninguna tontería. Saber elegir bien la prueba en la que intentar hacer marca personal es clave. No todos los corredores consiguen alcanzar su mejor nivel bajo las mismas condiciones. Hay quienes prefieren correr con sol o quienes se adaptan mejor a circuitos más húmedos, pero lo que sí está claro es que hay ciertas circunstancias que favorecen el rendimiento generalizado.
Una de ellas es sin duda el correr a nivel del mar, por eso mismo, el maratón de Valencia, que este año alcanza su 38ª edición, se ha convertido en uno de los preferidos de aquellos que quieren hacer marca personal en una carrera de 42.195 metros. Pero, ¿por qué pasa esto? El trazado llano y la escasa altitud de la ciudad de Valencia (15 msnm) favorecen la concentración de oxígeno en sangre y la consiguiente mejora del rendimiento de los corredores que están habituados a entrenamientos en altura.
Cuanto más cerca esté el lugar donde corremos del mar, más oxígeno habrá en la atmósfera, por lo que nuestro cuerpo no requerirá la misma adaptación que necesitaría si tuviese que adaptarse para soportar la menor presencia de este. Además, esto hace que nuestro cuerpo sea más eficiente llevando oxígeno a los músculos de lo que lo haría si estuviésemos en altura.
Según estudios que analizan el efecto de la altitud sobre el rendimiento deportivo de los corredores, por cada 300 metros extra de altitud (respecto a la altura en la que entrenamos), nuestro rendimiento bajará un 2%. Así que si entrenas en un lugar alto y compites a nivel del mar, considera que tendrás una ventaja natural que te permitirá aumentar tu ritmo unos 10 a 20 segundos por kilómetro sin sentir un excesivo cansancio que merme tu rendimiento. Por contra, si corres por encima de los 1000 metros, el consumo de oxígeno disminuye en torno a un 11% por cada 1000 metros de ascenso, por ese nuestro rendimiento también será notablemente peor.
Todos estos datos hacen que muchos deportistas vean el entrenamiento de altitud como una ventaja y la competición a nivel del mar como la perfecta. Porque cuando regresamos a un ambiente rico en oxígeno, como puede ser Valencia, después de haber estimulado al cuerpo a producir más glóbulos rojos, estaremos más capacitados para transportar más oxígeno a los músculos.
Pero cuidado, tampoco podemos dejarnos llevar únicamente por esta ventaja natural. También tendremos que acostumbrarnos a las condiciones en las que se va a disputar el maratón. El entrenamiento en zonas lo más parecidas posibles a las de la competición es fundamental para que nuestro cuerpo se adapte al terreno y al circuito de la prueba.
Horarios, clima, perfil del trazado, tipo de asfalto, equipación... Hasta el detalle más insignificante puede resultar clave cuando queremos alcanzar nuestro objetivo. Trata de recrear, en la medida de lo posible, las condiciones entrenando a la misma hora del día en la que se correrá, sobre asfalto si va a ser un maratón urbano o en llano si el recorrido no va a tener subidas y bajadas.
Pero ante todo, diviértete y disfruta corriendo. Si te sientes relajado será más fácil que todo fluya. Así que ya no tienes excusa para unirte a la fiesta atlética con la Ciudad de las Artes y las Ciencias como telón de fondo. ¡El reto tiene fecha, el 2 de diciembre os esperamos!