¿Se imaginan ver a los mejores deportistas españoles durmiendo en sus coches sin acceso a un lugar donde descansar? ¿Creen que puede ocurrir esos en España? Ha ocurrido, hace solo unos días, con los medallistas olímpicos de piragüismo Saúl Craviotto, Marcus Cooper o Rodrigo Germade.

El pasado 3 de octubre, el equipo nacional reanudó sus entrenamientos en el centro de tecnificación de Trasona (Asturias) pero la sorpresa llegó cuando no se les permitió el acceso a la residencia y el resto de instalaciones. Los deportistas se vieron obligados a descansar en sus coches y algunas colchonetas a las puertas del recinto.

Según la federación asturiana de piragüismo (FPPA), gestora de las instalaciones de Trasona desde el pasado mes de abril, la Real Federación Española de Piragüismo (RFEP) les adeuda actualmente un total de 65.000 euros por los gastos de la concentración del equipo para el Mundial del pasado mes de agosto. Esto hizo que decidieran impedir el acceso a los palistas de la convocatoria del seleccionador Miguel García.

La federación asturiana reclama que el pasado 12 de julio alcanzaron un acuerdo para albergar la preparación "con unas condiciones muy por debajo del precio de mercado" por la petición de la RFEP de poder afrontar los pagos por "una grave situación económica". Por ello, la FPPA aceptó afrontar los pagos con el compromiso de ser liquidados a los 60 días. Una deuda que, a día de hoy, no ha sido liquidada.

En la denuncia de la FPPA, se detalla que el presidente de la federación española Javier Hernanz se comprometió a abonar el dinero atrasado cuando la RFEP percibiera la subvención del Consejo Superior de Deportes (CSD) prevista para le mes de octubre.

Según la FPPA, su presidente "advirtió al Sr. Hernanz que el equipo nacional senior no podría alojarse en la residencia hasta que no recibiera dicha subvención, puesto que la FPPA no estaba en condiciones de seguir adelantando más pagos". A lo que "el presidente de la RFEP reiteró su compromiso y aseguró que no habría problema ya que cumpliría lo pactado".

La advertencia se convirtió en realidad el pasado 3 de octubre con la llegada del equipo nacional a las instalaciones de Trasona, sin poder entrar en la residencia. Aunque, según la FPPA, pasadas unas horas y viendo la situación de los deportistas descansando en sus coches particulares, los responsables de las instalaciones les invitaron a pasar.

El último capítulo y que ha hecho estallar la situación sucedió a finales de la semana pasada. Según la federación asturiana, el CSD ya ha abonado la subvención a la RFEP pero no se ha llevado a cabo el pago de los 65.000 euros. Por ello, la FPPA ha publicado un comunicado denunciando lo ocurrido en los últimos meses y desvelando que se encuentra en una "situación límite".