Aaron Judge, estrella de los Yankees de Nueva York, está a un paso del récord de home runs de la Liga Americana de béisbol (MLB) y el aficionado que atrape esa bola logrará el tesoro. La pieza de coleccionista valdrá, como mínimo, medio millón de dólares. El precio de las entradas para el Yankees-Orioles alcanza los 8.000 dólares para tener la posibilidad de cogerla.
La fiebre por el home run del medio millón de dólares aumenta en Estados Unidos. Este miércoles en la visita a los Toronto Blue Jays, Judge igualó el récord de Roger Maris, leyenda de los Yanquis, que resistía desde 1961. Este viernes, en un Yankee Stadium repleto, tendrá una cita con la historia.
El Juez, como es conocido Judge en Estados Unidos, se ha convertido en el jugador de moda en la MLB. Rechazó al principio del año un contrato de siete temporadas y más de 210 millones de dólares y ahora, tras un año de leyenda, su valor de mercado le permite optar a acuerdos que rompen la barrera de los 300 millones por ese mismo período.
Cada partido de Aaron Judge y los Yankees acapara los focos en Norteamérica. Las televisiones con derechos modifican sus programaciones para mostrar sus actuaciones y miles de móviles en las gradas graban al Juez con el deseo de inmortalizar el histórico batazo.
Los Yankees se han convertido en una mina de oro en las taquillas y para los dueños de derechos televisivos. El impacto económico de esta prolongada cita con la historia ha sido evidente en el precio de las entradas, que llegan a tocar los 8.000 dólares para el duelo de este viernes contra los Orioles de Baltimore.
A los pocos minutos de que Judge conectara el batazo número 61, las entradas más baratas para el siguiente partido en el Yankee Stadium pasaron de los 35 a los 70 dólares. La semana pasada, los precios para ver la serie contra los Red Sox de Boston en el Yankee Stadium llegaron a más de 5.000 dólares en plataformas digitales de venta como Vivid Seats.
Judge y los Yanquis se desplazaron a continuación a Toronto para medirse con los Blue Jays, donde también hubo un ambiente vibrante. Varios aficionados compraron entradas detrás de los jardines y bromearon con pancartas pidiendo al Juez enviar allí su posible cuadrangular. Ningún aficionado pudo conseguir esa bola en Toronto, pues acabó en la zona de calentamiento de jugadores. Según los expertos, la bola del 61 cuadrangular podría generar hasta 250.000 dólares de ser subastada.
A la espera de ver si Judge podrá sellar su récord, el dominicano Albert Pujols ya logró hacer historia al entrar en el reducido club de cuatro jugadores capaces de romper la barrera de los 700 home runs en su carrera.
El nativo de Santo Domingo se unió a Barry Bonds, Babe Ruth y Hank Aaron, únicos toleteros capaces de derrumbar la barrera de los 700 cuadrangulares. Se estima que la bola del histórico home run de Pujols, leyenda de los Cardinals de Saint Louis, supera los 100.000 dólares de valor para los coleccionistas. La bola fue recogida por un aficionado presente en el Dodger Stadium de Los Ángeles, donde los Cardinals triunfaron por 11-0 la semana pasada. De momento, el seguidor no planea ponerla en venta.
"Los recuerdos son para los aficionados, no tengo ningún problema si quiere quedársela. Y si quiere devolverla, genial también", afirmaba Pujols tras su histórico logro. Si en Europa se requiere habitualmente devolver los balones o las bolas cuando estas llegan a las gradas, en Estados Unidos, y en particular en el béisbol, existe un profundo culto para estas piezas de colección y los aficionados tienen derecho a quedarse con las pelotas. En el caso del 60 jonrón de Judge, el aficionado que atrapó la bola decidió devolverla a los Yanquis y, a cambio, el equipo le entregó un bate firmado por el toletero.
Mucho más destacado fue el caso del pasado febrero, cuando el que se creía ser el último balón lanzado por Tom Brady en la NFL se subastó por más de 500.000 dólares, antes de que, apenas pocas horas después, el mariscal de campo anunciara su regreso a la competición para la presente temporada.