El atleta español, Asier Martínez, calificó de "increíble" su victoria en la final de los 110 metros vallas este miércoles, un oro en el Campeonato de Europa en el que batió a uno de sus referentes y que pudo celebrar con su gente en el Olímpico de Múnich.
"Para mí ha sido increíble. Esa llegada tan apretada con quien para mí es un referente técnico, como atleta. Llevo siguiendo a Martinot desde que conozco el atletismo y llegar a esa meta tan ajustado, con un atleta como él, es increíble", dijo en declaraciones facilitadas por la Real Federación Española de Atletismo (RFEA), recogidas por Europa Press.
El navarro, que venía de ser bronce en el Mundial del mes pasado en Oregon (Estados Unidos), se impuso en una emocionante final que necesitó de la 'foto-finish', superando por una milésima al francés Pascal Martinot-Lagarde. "No sé qué decir. Casi no he asimilado lo de Oregon, me va a costar asimilar esto también. Toca descansar. Ha sido un campeonato duro, duro de gestionar esa presión, y con ganas de descansar", explicó.
Martínez se mejoró una vez más en una gran cita, como viene haciendo con relumbrón desde el verano pasado en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, para, a sus 22 años, ganar su segunda medalla internacional en un mes. "Ver mi nombre en la pantalla, con toda mi gente a escasos metros, no tiene precio", dijo.
"Muy feliz también por Quique porque ha sacado también su mejor versión en este Campeonato", añadió, acordándose de su compatriota y amigo Llopis, quien corrió también la final y terminó séptimo tras perder la zancada por golpear las primeras vallas.
El atleta de Zizur insistió en que la vitola de favorito le obligó a un escenario nuevo y de presión que pudo llevar gracias a su equipo. "Increíble para mí, increíble sensación y un gran premio también para toda mi gente que me ha estado ayudando en estos momentos también complicados por la presión", terminó.