Le da igual no tener red o el tipo de pista. El tenista serbio Novak Djokovic le mataba el gusanillo de jugar al tenis en plena noche y, viendo que se había organizado un 'partidillo' en las calles de Belgrado, no dudó en unirse.

En las imágenes se ve al número 1 del mundo peloteando con los niños sin red y participando con los chavales, que no se podían creer lo que estaban viendo.

Djokovic es un ejemplo tanto dentro como fuera de las pistas de tenis. El tenista, con su carácter abierto, se ha ganado el respeto de sus rivales y de todos los aficionados, excepto para el polémico Kyrgios. El australiano llegó a decir en su día que Djokovic tenía "obsesión enfermiza por ser querido".

El tenista serbio fue elegante en su respuesta: "Creo que es un buen tipo. No sé por qué dice todas esas cosas. ¿Quiere llamar la atención? ¿Quiere ser distinto? Aparentemente parece sincero, abierto, transparente, es parte de su carácter. Le respeto".

Lo que está claro es que la grabación del partido de Djokovic en plena calle de Belgrado parece totalmente improvisada por la calidad de imagen y no quiere llamar la atención.