Un juez de un campeonato escolar en Alaska, Estados Unidos, decidió descalificar a Breckynn Willis, una promesa en la natación de 17 años, porque su bañador no se ajustaba a los límites físicos permitidos y enseñaba mucho trasero. Willis acababa de ganar su carrera en 100 metros a estilo libre, pero fue expulsada de la piscina por este hecho.
El absurdo comienza cuando todo su equipo llevaba el mismo bañador (reglamentario) pero ella fue la única expulsada. Puede ser que por un mal funcionamiento del bañador, la joven se lo pusiera 'en cuña', es decir, subírselo para arriba para nadar mejor, pero esto no sería ni mucho menos motivo de descalificación.
Aún más absurdo es que después de la descalificación en su carrera de 100 metros, Willis volvió a salir a competir en la modalidad de relevos: con el mismo bañador. En esta segunda carrera no se le dijo absolutamente nada.
Se ha abierto una investigación que llega más allá de las normas de vestimenta en la piscina, ya que Breckynn Willis es una de las mejores nadadoras y es de raza mixta, por lo que se teme que haya sido una decisión sexista y homófoba.