Luis Enrique sigue preparando su nuevo desafío deportivo después de que la Federación decidiera dar por terminada su etapa al mando del banquillo de la Selección Española. El asturiano ha salido a entrenar en la mañana de este domingo y ha dicho públicamente quien quiere que gane el Mundial.
"Bueno, esta tarde es la final del Mundial. Ya sabéis quién quiero que gane y quién quiero que levante el 'troncho'", comentaba Luis Enrique en su cuenta de Instagram en alusión a Argentina y a Leo Messi, a quien ya entrenó en su etapa en el Barcelona y del que recientemente ha dicho que es el mejor jugador del mundo.
El presidente argentino, Alberto Fernández, verá la final del Mundial de Catar entre Francia y Argentina en la pantalla de su casa, tras renunciar, por superstición, a acudir al Estadio Lusail para presenciarla en persona.
"Como millones de compatriotas, disfrutaré la final de la Copa del Mundo en casa. Viviré este momento fantástico como hasta ahora, junto a mi gente. En la cancha van a estar los mejores de los nuestros y en la tribuna una gloriosa hinchada. Además, cábalas son cábalas", escribió Fernández en Twitter antes del partido del domingo.
Detrás hay una larga tradición de jefes de Estado argentinos que, tras la derrota de los sudamericanos por 1-0 ante Camerún en el Mundial de Italia 1990, prefirieron no asistir a los partidos de la Albiceleste. Aquella Copa del Mundo se jugó en presencia del entonces presidente Carlos Menem, que se ganó la fama de 'mufa', es decir, de gafe.