La preocupación crece en Francia por minutos. Lo que parecía una gripe se está convirtiendo en un verdadero quebradero de cabeza. Comenzó con Rabiot y Upamecano, pero a estos dos jugadores se han sumado ya varios en donde el sistema defensivo está quedando en cuadro de cara a la final. Raphael Varane e Ibrahima Konaté son los últimos en sumarse y ya son cinco los afectados por fiebre.

Kingsley Coman se ha mantenido en la última sesión al margen del grupo un día después de haber tenido síntomas por un virus que afectó a Dayot Upamecano y a Adrien Rabiot antes de la semifinal contra Marruecos de este miércoles.

El primero estuvo en el banquillo, restablecido del proceso febril, aunque no jugó por estar algo bajo de forma, según explicó el seleccionador, Didier Deschamps. En cuanto a Rabiot, ni siquiera acudió al estadio y al día siguiente se entrenó al margen del resto de sus compañeros.

Francia ha negado en todo momento que se trate de un brote de covid, aunque ha incrementado los gestos de prudencia en el seno de la concentración para evitar más contagios. Deschamps indicó que se trata de fiebre ligada al frío, por el aíre acondicionado y por la bajada de las temperaturas en Doha en los últimos días. El que ya está intentando poner remedio es Dembélé que ha revelado el truco que hará que los jugadores estén en perfectas condiciones. "Hacemos todo lo posible contra el virus, un poquito de té y miel pero estaremos todos listos el domingo. Es un virus no son lesiones. Estaremos listos".

Dembélé no ocultó su admiración por el jugador argentino, reconoció que, dada su carrera, "merece un Mundial, el trofeo que le falta", pero indicó que por el trabajo efectuado desde el inicio de la competición "Francia también lo merece".

Indicó que está haciendo un gran Mundial, a lo que contribuye su posición en el campo y la aportación de Julián Álvarez, que le permite "tener más espacios" en el campo.

El atacante indicó que afrontaban con más euforia la final de 2018 y que ahora nota "más calma y experiencia en el equipo". "Éramos más alocados en 2018. Ahora hay un buen ambiente, pero no es comparable, entonces éramos más jóvenes", dijo.

Dembélé indicó que está en un buen momento de su carrera, aseguró que se encuentra "plenamente concentrado" en el Mundial y dijo que está en contacto con su entrenador en el Barcelona, Xavi Hernández: "Me da ánimos, me dice que siga haciéndolo como hasta ahora".