La imagen del espontáneo que saltó durante el Portugal-Uruguay ha dado la vuelta al mundo y ha pasado a ser una de las imágenes icónicas de este Mundial. El activista Mario Ferri llegó al césped con una bandera arcoíris y con una camiseta con mensajes para Ucrania y las mujeres de Irán. Miles de comentarios trataban sobre qué le ocurriría al protagonista de la acción en un régimen como Qatar pero ha sido el propio Ferri quien ha desvelado lo que ocurrió después de la detención.
El italiano ha confesado qué fue lo que le permitió acceder al césped: "Me hice pasar por un aficionado en silla de ruedas. Pasé varios controles, acerté y en mi opinión nací con suerte porque era imposible. Encontré un pequeño hueco en el banquillo de Portugal, hice una locura al volar sobre su banquillo antes de caer al césped", ha afirmado Ferri que ha contado que "tenía la bandera en los calzoncillos, la enrollé y la acomodé. Me revisaron muy mal".
Tras la detención, Ferri desvela lo que ocurrió: "Me llevaron a la sala de policías hasta el final del partido y hablé con el personal de seguridad, policías y algunos altos funcionarios. Entonces entró en la sala el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. 'Después de 12 años nos volveremos a ver', me dijo cuando vino a hablar conmigo. Lo había visto en otra Copa del Mundo, cuando salté en 2010. Infantino no era presidente todavía. 'Me acuerdo de ti y tú no de mí', me dijo. El presidente de la FIFA estaba intentando bromear conmigo", sonríe el activista.
En la misma línea, Ferri continúa desvelando la conversación con Infantino que, posteriormente, le salvaría de males mayores con la policía qatarí: "En estos 12 años, no has podido encontrar una novia", le bromeó Infantino que añadió que "estos (qataríes) están cabreados". Fue entonces cuando Ferri decidió disculparse: "Les dije que era como los guardias y el ladrón; ellos 20 mil guardias contra mí y gané. Empezó a reírse y luego me dijo: 'Mira, tengo una idea para echarte una mano, a ver qué pasa si no, tengo que llamar al embajador'.
Infantino quería salvar al activista y comenzó a hablar con los altos funcionarios qataríes. Unas conversaciones que Ferri veía desde la distancia: "En ese momento estaba pensando en la detención y que alguien tenía que mediar por mí. Tuve malos presentimientos. Cuando vi a Infantino bromeando conmigo, me sentí más tranquilo. Nunca pensé que podría ser Infantino el que me hubiera salvado después de criticar a la FIFA" .
Ferri también desvela cuál fue la sanción que se le impuso tras dejarle en libertad: "¿Sanción? No poder entrar a más partidos aquí pero esta noche he ido al Estados Unidos-Irán..."