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Ángulo muerto en el coche: cómo se produce, peligros y formas de evitarlo

  • Es imposible ver todo lo que rodea a nuestro vehículo durante la conducción

  • Muchas marcas ya incorporan sistemas de detección para evitar colisiones por el ángulo muerto

  • Abrir la puerta a la holandesa es una forma de prevenir accidentes una vez aparcados

El coche es el medio de transporte más utilizado en el mundo y, lógicamente, también el que más accidentes provoca. Ya sea por imprudencias de alguno de los conductores implicados, por climatología adversa, por el estado de la vía o por muchas otras razones, cada año se producen alrededor de 1,3 millones de víctimas mortales en todo el mundo. Una cifra que todos los países tratan de rebajar, pero que no siempre es posible.

Una de las causas de muchos accidentes tiene que ver con un término que no todo el mundo conoce: el ángulo muerto en el coche. Se trata de una zona, en los laterales del vehículo, sobre la que el conductor no tiene ningún tipo de visión por medio de los espejos retrovisores. Por eso, cuando se produce un cambio de carril, se corre el riesgo de sufrir un percance porque no hayamos podido ver al vehículo que está circulando por la zona sobre la que no se tiene visión.

Ese ángulo muerto en el coche afecta a los dos laterales y provoca un peligro al cambiar de carril, ya que no vemos al resto de ocupantes de la vía. En muchos casos, los accidentes se producen entre vehículos de diferente tamaño, como coches contra motos o camiones contra coches, pero también es habitual el impacto entre vehículos de características similares.

El peligro del ángulo muerto

Hay algunas formas de reducir el peligro del ángulo muerto. La más sencilla es colocar los espejos retrovisores en su posición ideal, aunque haya que perder algunos segundos en hacerlo. La DGT siempre recuerda que esa operación hay que hacerla con el vehículo parado, por lo que no hay que hacer ese proceso en movimiento.

La siguiente maniobra que hay que hacer es avisar de los cambios de carril con la mayor antelación posible. Los intermitentes no son meros accesorios de un coche que sirven para cobrar un poco más por los fabricantes, sino que son imprescindibles en carretera para avisar a otros conductores de nuestras intenciones. Utilizar los intermitentes es vital para prevenir posibles accidentes.

El tercer método de prevenir peligros en el ángulo muerto es girar mínimamente la cabeza cuando vayamos a cambiar de carril. Como conductores tenemos dominado todo el campo de visión, pero antes de comenzar la maniobra de cambio de carril hay que mirar ligeramente hacia izquierda o derecha, dependiendo de la maniobra, para comprobar rápidamente que no hay nadie más en el lugar en el que proyectamos situarnos.

Además, con el coche detenido también existe el peligro del ángulo muerto cuando vayamos a abrir la puerta del vehículo. Eso implica que podemos mirar por el retrovisor significa que podemos mirar por el retrovisor antes de abrir y no ver a nadie y, al hacerlo, provocar un accidente con una bicicleta, una moto u otro vehículo.

Para evitarlo, son muchos los que animan a abrir la puerta del coche a la holandesa. Se trata de utilizar la mano derecha para abrir la puerta, de tal manera que giramos la cabeza hacia la izquierda. Una vez que echamos un vistazo al retrovisor y no viene nadie, giramos un poco más y vemos si viene alguien justo en ese momento por el ángulo muerto, de tal manera que podamos tener los reflejos suficientes para no abrir la puerta en ese momento.

Tecnología contra el ángulo muerto

Los fabricantes de vehículos son conscientes del peligro que supone el ángulo muerto y llevan años desarrollando nuevas tecnologías que ayuden a prevenir accidentes relacionados con este problema. Primero se implementaron en los vehículos de gama más alta, pero, como sucede con casi todos los avances tecnológicos, cada vez es más habitual verlo en coches de gama media.

Marcas como Peugeot, Mercedes, Jeep o Volvo, entre muchas otras, incorporan ya asistentes de conducción que avisan de algún obstáculo en el ángulo muerto. Lo hacen por medio de unos sensores que, cuando vamos a cambiar de carril, avisan de que en ese momento hay otro vehículo en la zona del ángulo muerto, por lo que debemos permanecer en el mismo carril. De esa manera, se evitan posibles colisiones y accidentes que pueden provocar víctimas mortales.

El ángulo muerto es un peligro en la conducción y uno de los factores que provocan más accidentes en la vía. Utilizar la última tecnología que incorporan los vehículos es la mejor solución para evitarlos, pero, en caso de que nuestro coche no disponga de ellos, extremar las precauciones nos ayudará a prevenir posibles colisiones. La seguridad en la conducción es lo más importante.