Cómo cuidar el motor de un coche en invierno
Un buen mantenimiento es imprescindible para que el coche no dé guerra con el frío
Hay aceites que están recomendados para climas fríos y que ayudarán a tu vehículo
Que el coche duerma en garaje, sobre todo en invierno, es una gran idea
El invierno ya está aquí y con él, tu coche y su motor necesitan cuidados extras. Ya sea que vivas en el norte o en el sur de España, los cambios de temperatura o la mayor humedad hacen que los requisitos de mantenimiento específicos para tu vehículo se incrementen.
Si vives en un clima frío, puede ser útil saber cómo cuidar el motor de tu coche en invierno. Incluso en climas más cálidos, los cambios de humedad y temperatura en el invierno pueden significar requisitos de mantenimiento específicos para tu vehículo. Siga estas pautas para obtener el mejor rendimiento de su motor durante todo el año.
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Vamos a recomendarte una serie de acciones que son importantes para cuidar la salud del motor, sobre todo para que no pierda prestaciones, no aumente el consumo y evite inesperadas averías que pueden hacer que tu economía se vea afectada.
Cambiar el aceite
Un aceite sucio es malo para el motor en cualquier época del año, pero es aún peor en el invierno. El aceite reduce la fricción en el motor de tu coche y un aceite bueno y limpio reducirá los daños en el motor. En invierno, las temperaturas más frías hacen que el aceite sea más viscoso. Si el aceite está sucio, será aún más espeso, y el aceite espeso no fluirá correctamente por el motor. Por eso, valora cambiar el aceite antes de que la temperatura se enfríe demasiado.
También puedes considerar utilizar un aceite de motor diferente para la conducción en invierno. Tu mecánico de confianza o los expertos de las tiendas especializadas pueden aconsejarte en función del vehículo específico que conduzcas, aunque puede tener algunas sugerencias que son adecuadas para su vehículo específico. En general, se recomienda el 5W30, un aceite pensado para bajas temperaturas, como ideal para esta época. Pero antes comprueba que tu coche puede utilizarlo (los motores antiguos, por ejemplo, no son aptos).
Revisar el refrigerante
El motor usa el refrigerante para evitar el sobrecalentamiento, pero este importante fluido puede contaminarse fácilmente. Una buena idea es que un profesional revise el sistema de refrigeración del motor de tu coche antes del invierno para asegurarse de que la mezcla es la correcta.
Una consideración importante para el refrigerante del motor es el nivel de anticongelante. Si hay demasiada agua en el sistema de refrigeración, el líquido podría congelarse en clima frío, lo que bloquearía el flujo de refrigerante y haría que el motor se sobrecalentara, pudiendo causar daños muy graves en el propulsor. Asegúrate de que el sistema contenga al menos un 50% de mezcla de anticongelante.
Una buena lubricación es básica, sobre todo en momentos de arranque en frío, donde el desgaste es mucho mayor. De hecho, se calcula que aproximadamente el 70% del desgaste interno de un propulsor se produce en los arranques a bajas temperatura.
Realizar una puesta a punto
Es una buena idea realizar una puesta a punto anual del vehículo antes de que llegue el invierno. Puedes hacerlo tú mismo o programar una cita con tu mecánico. De cualquier manera, asegúrate de que elementos como bujías, manguitos y correas, tomas y filtros de aire son revisados y reemplazados en caso de que sea necesario
Al mismo tiempo, comprueba los niveles de los principales fluidos de tu coche: líquido refrigerante-anticongelante, los aceites, el limpiaparabrisas y el líquido de frenos, con ello te evitarás problemas futuros.
Calentar el motor
Si vives en un clima especialmente frío, es prudente calentar el motor antes de conducirlo. Para ello, puedes dejar que el vehículo esté en ralentí durante unos 30 segundos antes de conducirlo. Después de este período de calentamiento, inicia la circulación de una manera tranquila, sin grandes aceleraciones, para permitir que los componentes del motor alcancen la temperatura adecuada.
Y es que cuando arrancamos nuestro vehículo tras varias horas parado, la temperatura de los componentes y fluidos que componen todo el sistema del motor no se encuentran dentro de los márgenes ideales de funcionamiento, con lo que las posibilidades de avería se multiplican.
Siempre en garaje
Sabemos que las plazas de garaje son caras y no están al alcance de todos los bolsillos, pero si no tienes plaza propia, puede ser una buena idea alquilar una durante los meses más fríos. Además de para el motor, las bajas temperaturas son fatales para la batería, los líquidos y el chasis y pueden afectar a la pintura de la carrocería. Al mismo tiempo, las juntas de las lunas y puertas se deterioran bastante si no se resguarda el coche de la lluvia o del frío intenso. Por ello, en función del frío que sufra el lugar en el que resides y el amor que le tengas a tu coche, el alquiler de una plaza durante unos meses puede ser considerado como una inversión.
Como ves, los cuidados que necesita el motor de tu coche en invierno no son demasiado complejos ni costosos. De no hacerlo, te arriesgas a sufrir una cara avería, que puede costarte entre 1.000 y 1.500 euros o, incluso, más. Prepara el coche para el invierno y cuídalo con un buen mantenimiento para que no te dé ningún problema en la época más fría del año.