Un paso atrás para dar diez hacia adelante. Así define Maverick Viñales (Figueres, Gerona, 1995) su tránsito de Yamaha a Aprilia, iniciado la temporada pasada y con la que comenzará el nuevo curso en MotoGP.
"Mi trayectoria estaba estancada, necesitaba un cambio", explica Viñales sobre su tortuosa temporada pasada, en la que comenzó ganando el Gran Premio de Qatar, fue segundo en Assen (Países Bajos) y acabó separando su camino de Yamaha en agosto tras una polémica en el Red Bull Ring de Spielberg (Austria). "Fue muy duro", recuerda sobre unos meses que le estaban "sacando las ganas de correr".
Todavía me falta un poco, aunque las sensaciones son muy buenas. Sé que vamos por el buen camino, pero todavía necesitamos dos o tres décimas. No son muchas, pero es ese punto que es difícil de conseguir. De todas maneras, creo que esas décimas son más de confianza, de entender la moto y saber dónde hacer el tiempo. A veces es complicado, es todo muy diferente: motor, chasis, electrónica... Todo funciona distinto. Todavía me tengo que acostumbrar y seguir haciendo kilómetros.
Muy bien, la verdad. Siempre nos hemos llevado bien, luego en pista solo gana uno y hay que ir a tope, pero suena interesante. Creo que lo más importante es que los comentarios son muy parecidos, muy, muy parecidos y tenemos conducciones muy distintas. Eso significa que la moto realmente está yendo por un solo camino y eso es interesante para los dos. Podemos pilotar rápido.
Para nada, no me siento con ninguna responsabilidad, sinceramente. Sabemos que es un año de adaptación, tuvimos la suerte de hacer cuatro carreras el año pasado que nos vinieron muy bien para probar los diferentes chasis, 'settings', muchas cosas distintas que no probarías en un fin de semana de carreras, pero que para nosotros sabíamos que era crucial para evolucionar la nueva moto. Funciona mucho mejor, creo que se adapta bastante más a mi estilo en comparación del año pasado y fue importante hacer ese trabajo. Fue difícil para mí porque no estaba ahí donde me gustaría estar en carrera, pero fue muy interesante para el desarrollo de la nueva moto.
Pues sinceramente, de momento no me pongo ningún objetivo. Está claro que si trabajamos bien y me siento cómodo, los resultados llegarán. Todavía no me siento cómodo, no estoy al cien por cien, ni con la moto ni con las sensaciones, y hemos estado ahí en dos pistas muy, muy diferentes. Entonces bien, estoy contento y tranquilo porque todavía no me siento bien del todo y ya estamos cerca.
Este año hay mucha gente, todo el mundo va a estar muy cerca, y pequeños detalles van a marcar grandes diferencias. Ducati y Yamaha parten como favoritos, pero he visto fuerte a Honda, nosotros, Suzuki ha dado un paso adelante, sobre todo en motor. Decidirá mucho la regularidad y la consistencia.
Yo creo que siempre ha sido el mismo, no ha hecho nada diferente. Al final está claro que cuando paras todo el mundo sigue y el nivel sube. Ha estado delante en los test, la moto funciona como un tiro, Pol (Espargaró) ha estado primero en el test de Mandalika (Indonesia), así que creo que van a estar ahí.
Al final, mi trayectoria estaba estancada, necesitaba un cambio, y tenía muchas ganas de un motor diferente. Siempre había ido con motores en línea, nunca había ido en un motor en V y necesitaba probarlo. Con el motor me he encontrado bien desde el minuto 1. Está claro que tienes que entenderlo y es muy diferente, la entrega de potencia, la moto cómo se comporta, es mucho más agresiva... Es distinto, pero creo que son características que vienen bien para mi pilotaje. Me gusta frenar tarde, al final de la curva. Es algo que con este tipo de motor, voy a sacarle mucho provecho.
Lo veo duro, duro de tragar. Como piloto lo único que buscas es sacar tu máximo en cada carrera. Y ver como hay algo que te frena, y te frena, fin de semana sí y fin de semana sí, luego llega una carrera y haces récord del circuito, estás primero, luego la siguiente estás último... Es una locura. Esta inconstancia en el nivel que era difícil de entender, a mí me estaba matando, me estaba sacado las ganas de correr esta competición que es superbonita. Tenía clarísimo que necesitaba un cambio. Por suerte pude hacer las últimas carreras, tomar aire fresco y afrontar esta temporada con muchas ganas.
Jamás. Sé muy bien dónde puedo llegar y mi objetivo está ahí, y lo tengo siempre delante. Vamos a por ello.
Sí, pero al final mi objetivo principal no es ganar, sino crear un ambiente, un equipo de confianza máxima donde realmente haya sinceridad entre todos y que podamos disfrutar de las carreras. Mi objetivo principal es volver a disfrutar del motociclismo, eso es lo que necesito. Está claro que si disfruto el resultado va a llegar, estoy segurísimo.
Consiguiendo mi objetivo, que es crear un buen ambiente, un buen equipo, sólido y fuerte.
Bueno, ya he estado en uno de los equipos más 'top', ya sé lo que hay. Veremos. Estoy muy bien aquí en Aprilia, realmente estoy muy bien y me gusta, es un proyecto que viene desde abajo, como cuando empecé en Suzuki, y se pueden hacer cosas bonitas. Ya veremos. Lo más importante es estar concentrado en el ahora y el futuro ya se decidirá, pero no tengo prisa ninguna.