Marc Márquez no pudo participar en el Gran Premio de Indonesia de MotoGP al sufrir una fuerte caída en la previa de la carrera. Tras pasar por los servicios médicos, el propio piloto junto al Repsol Honda decidieron no salir a pista pese a que los primeros exámenes descartaron una lesión grave.
Todo se complicó para el de Cervera en el viaje de regreso a España. Márquez comenzó a sentir molestias de visión y la primera medida fue acudir al hospital Clínic de Barcelona.
Allí Bernat Sánchez Dalmau, su oftalmólogo de confianza, le dio la peor de las noticias: había vuelto a recaer de su lesión de diplopía. Es el tercer episodio de visión doble que afecta a Márquez en su carrera deportiva.
El líder de HRC era plenamente consciente que esta lesión podría reabrirse esta temporada con el mínimo fallo en pista. Así se lo confesó a David Emmet, de Motomatters.com, en los últimos test de MotoGP en Sepang.
“Cuando hablé con el oftalmólogo, ésta fue mi primera pregunta: Si me caigo en el test de Malasia, ¿Cuál es la posibilidad de tener el mismo problema otra vez?’” narraba Marc.
“Su respuesta fue muy clara: La posibilidad es la misma que tendrás durante los próximos dos años. El problema con el nervio sigue ahí: si te caes mañana, o te caes dentro de dos años, y te golpeas el nervio, éste resultará dañado” puntualizaba Márquez a principios de temporada.
Para Márquez esta pesadilla de la diplopía comenzó hace más de una década. Concretamente en el Gran Premio de Sepang en el año 2011. Por entonces en Moto2 se fue al suelo y ‘conoció’ por primera vez la visión doble.
Dada su corta edad –tenía apenas 18 años- se optó por un tratamiento conservador que no sirvió. En enero de 2012 fue operado y consiguió superar la enfermedad siendo incluso campeón de Moto2 ese año.
Justo diez años después la diplopía volvió a cruzarse en su camino con una caída el pasado mes de noviembre cuando entrenaba para competir en Portugal.
De nuevo se optó por el tratamiento conservador con lo que Márquez dijo adiós a las carreras de Portimao y Valencia, las dos últimas del calendario de MotoGP.
Esta vez el reposo y la tranquilidad consiguieron que volviese a una visión normal por lo que fue apto para probarse en los test de Sepang y Mandalika a lomos de la RC213V. En el primer GP en Catar tampoco hubo problemas.
La caída en el Warm Up del pasado domingo ha hecho saltar por los aires sus planes para esta temporada. Márquez y el Repsol Honda eran conscientes que la diplopía podría resurgir. Ahora nuevamente toca tener paciencia y volver con más ganas que nunca.