La vida de Alan Kempster cambió para siempre una tarde de 1990. Un conductor de un camión, que dio positivo, se lo llevó literalmente por delante con gravísimas consecuencias. Las más visibles fueron la amputación de un brazo y una pierna.
Este golpe de la vida no le hizo olvidar sus ganas de deportes. Primero en varias modalidades de ski –donde llegó a participar en competiciones paralímpicas- y después con el motociclismo. Su imagen encima de la moto, con los dos miembros del cuerpo amputados, dio la vuelta al mundo.
Kempster modificó su montura para pasar todos los controles de la moto al izquierdo. Su pasión y esfuerzo vital le llevó a seguir rodando en diferentes circuitos donde lució el dorsal ½, en referencia a que solo era la mitad de un piloto.
El piloto australiano ha sido encontrado muerto en su domicilio a los 56 años. La investigación está abierta para esclarecer las causas del fallecimiento. Sin duda, Kempster fue un ejemplo de lucha contra las adversidades y de amor a las dos ruedas.