Fernando Alonso tuvo que abandonar en el Gran Premio de Italia por problemas de presión de agua, según reportan desde la escudería Alpine. De esta forma, se rompió en Monza la racha que llevaba manteniendo el piloto asturiano, pues llevaba puntuando en las diez últimas carreras.
El piloto de Alpine reportó un problema en la entrega de potencia en el primer tramo de la carrera, pero al bicampeón le dijeron que todo estaba en orden, a lo que Alonso respondió con un ‘¡guau!’.
Diez vueltas después de ese mensaje por radio tenían que retirar el monoplaza de la carrera en el que hubiera podido ser su undécimo Gran Premio seguido puntuando.
En la rueda de prensa posterior, el piloto asturiano explicó su confusión tras el mensaje de radio de la escudería francesa. Cuando el equipo le aseguró que no había ningún problema, Fernando no sabía si era una manera de ocultárselo a los rivales o si realmente creían que todo iba bien en el coche.
"Obviamente, en la radio no quieres decir de manera clara que tienes un problema. Así que no estaba seguro de si esa era una respuesta real o sólo un código de perseverancia para seguir adelante. Me pareció que no teníamos toda la entrega de potencia disponible en las rectas. No teníamos toda la energía y por eso fue una carrera difícil", argumentó el piloto de Alpine.
"Lo intentas todo, pero en las rectas sientes que algo pasa. Sólo esperaba que fuera suficiente como para llegar a meta. Desafortunadamente, hubiéramos sido décimos o, como mucho, novenos. De todos modos, hubiera sido bueno llegar al final", añadió para cerrar.