Carlos Sainz ha desvelado que fue un doblado el que le costó la victoria en el Gran Premio de Mónaco, donde se acabó llevando la plata. El piloto madrileño salió en tráfico después de realizar su primera parada.
El piloto de Ferrari vio truncada su estrategia después de que Nicholas Latifi le frenara en la vuelta de salida de boxes. Sainz entró a cambiar sus neumáticos de lluvia por los de seco en la vuelta 21 y considera que, si no hubiera sido por el Willimas, se habría llevado la victoria.
"Hemos hecho todo lo que teníamos que hacer, fuimos pacientes con la lluvia antes de cambiar a los neumáticos de seco, pero me ha costado la victoria quedarme tras un doblado en la vuelta de salida de 'pit', si la llego a dar limpia me habría dado la victoria, pero este deporte es así”, ha asegurado.
Se demostró que la estrategia en la que insistió el piloto de la escudería italiana fue la acertada. Aunque en Ferrari veían demasiado prematuro pasar directamente de extremos a neumáticos de seco, el piloto madrileño estaba convencido de que la línea seca en el trazado era suficiente como para ir más rápido con slicks.
"A mitad de primera tanda sabía ya que habría una línea y que había que ir directo al seco, que era la decisión adecuada, hemos puesto el duro y me ha costado un par de segundos calentarlos y poder atrapar a ese doblado”, ha señalado Sainz.
En las últimas vueltas, la degradación de los neumáticos medios se hizo notar. Los Red Bull habían montado este compuesto durante la bandera roja y en las últimas vueltas la degradación devolvió la emoción a la carrera en el Principado.
Sainz logró estar a medio segundo de Sergio Pérez, que se acabó haciendo con la victoria, pero ni el DRS logró que el piloto de Ferrari pudiera adelantar al mexicano, ya que sus ruedas también empezaron a dar muestra de degradación.
"Veía algo de graining, pero yo también lo tenía en las traseras y un par de veces estuve cerca de hacer la maniobra pero estaba algo mojado y casi me lo llevo puesto, así que no era posible", ha concluido.