Cómo camperizar una furgoneta
Puedes comprar una furgoneta ya camperizada o bien hacerlo tú mismo
Cualquier modificación tiene que pasar por la ITV para no ser multados
El aislado de la furgoneta es lo primero que hay que hacer en el vehículo
Con la pandemia rondando por todos los lados y con el miedo al contagio en hoteles o apartamentos alquilados, una solución a tener muy en cuenta es que te lleves la casa a cuestas. Nos referimos a viajar en tu propio vehículo y convertirlo en tu alojamiento particular para hacer turismo junto con tu familia (o amigos muy cercanos).
Aunque con la crisis del coronavirus se ha revelado como una alternativa ideal para las vacaciones, el mundo de las furgonetas camperizadas ya llevaba varios años en pleno apogeo y, cada vez, ganando más adeptos. Se trata, al igual que las autocaravanas, de vehículos especialmente diseñados para poder vivir en ellos y disfrutar del ocio.
Respecto a una furgoneta camper tienes dos opciones principales: puedes comprar una nueva, ya adaptada y con todas las comodidades, aunque con un precio elevado, o "camperizar" una furgoneta ya existente, de las que puedes adquirir en un concesionario nueva o de segunda mano y con un precio más reducido.
Eso sí, si te vas a poner a camperizar una furgoneta deberás ser algo manitas (o encargárselo a alguien que lo sea) y seguir una serie de pasos para su homologación en la ITV. Sí, cualquier cambio que le hagas a un vehículo debe ser aprobado por una inspección técnica de vehículos si no quieres sufrir una buena multa.
Cómo camperizar una furgoneta
Lo primero que has de hacer es elegir el vehículo adecuado (tu Ford Fiesta o similares, no valen). Piensa en una furgoneta o vehículo comercial de buen tamaño interior, con un motor potente y que no consuma de manera excesiva (el aumento de peso al que le vas a someter elevará este apartado). Renault Kangoo, Renault Trafic, Citroën Berlingo, Citroën Jumpy, Citroën Spacetourer, Ford Transit, Volkswagen Transporter, Toyota Proace, Nissan NV300, Fiat Dobló o Fiat Dobló son algunas opciones, aunque hay más en el mercado.
También puedes valorar hacerlo tomando un monovolumen de gran tamaño como base, como, por ejemplo, un Renault Espace, un Ford Galaxy, un Peugeot 807 o similares.
Una vez elegido el vehículo que va a servir de base debes tener en cuenta el espacio del que dispones, los muebles y otros elementos que has de introducir y, muy importante, las modificaciones que puedes o no realizar (luego te contamos lo de la ITV). Aquí la seguridad del vehículo es esencial y no debe ser afectada en ningún caso.
El primer paso es el de aislar el interior del vehículo para que tu estancia en él sea lo más cómoda posible. Piensa que vas a dormir en él y, en muchas ocasiones, en lugares al aire libre, por lo que todo el frío que puedas quitar del exterior será bienvenido. Si necesitas calor o frio extra, puedes añadir posteriormente calefactores o aires acondicionados portátiles.
Para el aislamiento, los materiales más usados son la lana de roca, que además de mantener la temperatura interior te sirve de aislante acústico, y el foam autoadhesivo, otro aislante termoacústico. Puedes usarlos por separado o combinarlos en el interior.
Con el aislante colocado, ya puedes sacar el metro y medir el espacio exacto con el que cuentas para colocar los muebles. Recuerda que deben ser resistentes y de peso reducido (cada gramo que añadas de más a la furgoneta incidirá directamente en el consumo y en la capacidad del motor para mover el conjunto).
La prioridad en el apartado de los muebles, obviamente, es la cama. El resto de actividades se pueden hacer fuera de la caravana, pero dormir únicamente podaras hacerlo dentro. Igualmente, un mini WC químico es casi de obligada instalación, sobre todo por su posible uso por las noches.
Luego, a la hora de camperizar tu furgoneta has de tener en cuenta el tipo de vida que vas a hacer dentro. Por ello, debes decidir el tipo de electrodoméstico a introducir y, muy importante, si es necesario contar con una fuente de alimentación extra, aparte de la batería de coche. Así, las baterías auxiliares son una buena opción, pero también puedes pensar en instalar un panel solar.
Los requisitos de la ITV para una furgoneta camperizada
Una vez que hayas camperizado tu furgoneta, debes pasar la inspección técnica de vehículos para homologar las modificaciones que ha recibido el vehículo. Lo tienes que hacer a través de una ITV extraordinaria y no esperar a la fecha que te toque pasar la inspección regular.
Debes presentar el informe de conformidad de la casa oficial del vehículo, el proyecto de camperización realizado por un ingeniero colegiado y el certificado de montaje del taller. Si el trabajo se lo vas a encargar a una empresa, no vas a tener ningún problema, pues ellos se encargarán de todo el papeleo y de que todo esté en regla, pero si las modificaciones las vas a acometer tú, debes contar con los documentos y certificaciones que te acabamos de citar.
En resumen, camperizar una furgoneta es, la mayoría de las veces, más barato que comprar una autocaravana, pero has de tener claro lo que quieres y asegurarte de que las modificaciones a realizar son posibles y viables desde el punto de vista de la seguridad del vehículo (si no, la ITV echará por tierra tu trabajo). La mejor opción es confiar en las múltiples empresas que se encargar de camperizar furgonetas, pero si finalmente te decides a hacerlo personalmente, te ahorrarás unos euros a cambio de dedicarle unas cuantas horas de trabajo.