Cómo cambiar los limpiaparabrisas de un coche
Cambiar los limpiaparabrisas es una operación rápida y sencilla
Este accesorio realiza aproximadamente 500.000 barridos anuales
Llegan las lluvias y las nieves, con lo que se complica bastante la conducción. El asfalto está más resbaladizo y las distancias de frenada aumentan, por lo que hay tratar de conducir de una manera más conservadora, reduciendo la velocidad y aumentando las distancias de seguridad con los vehículos que nos preceden.
No obstante, uno de los grandes peligros con los que nos encontramos cuando la climatología empeora es una menor visibilidad en nuestro coche, que ralentiza el tiempo de reacción e, incluso, puede provocar que no veamos bien los obstáculos que pueden aparecernos en la carretera, ya sea en autovías, carreteras o en el ámbito urbano.
Para ello, además de asegurarnos de que el sistema de iluminación esté en perfecto funcionamiento, no debemos descuidar que la principal fuente de información para nuestra visión, el parabrisas, esté completamente transparente.
La limpieza de este elemento es esencial y, en este sentido, los limpiaparabrisas han de funcionar correctamente, permitiéndonos retirar la lluvia, la nieve o cualquier otro tipo de suciedad que nos limite la visión exterior al coche.
A lo largo de un año, los limpiaparabrisas realizan aproximadamente 500.000 barridos, por lo que la goma de los mismos se va desgastando, lo que hace que la visibilidad pueda reducirse en un 30% en condiciones de lluvia, ya que pierde su capacidad para evacuar el agua del cristal.
Cuándo cambiar los limpiaparabrisas
Las gomas de los limpiaparabrisas suelen durar un año (dependiendo de si vivimos en una zona más o menos lluviosa), aunque es recomendable cambiarlas antes de que comience la época de lluvia o nevadas. Sin embargo, hay algunas pistas que nos indican que la sustitución debe hacerse con premura.
- Ruido extraño de la goma al activar el limpiaparabrisas: la goma se ha endurecido y presiona demasiado el cristal.
- Tras el barrido del limpiaparabrisas quedan manchas de suciedad o quedan restos de humedad en el parabrisas: seguramente la goma se ha agrietado y no cumple con su función.
- Si aparecen rayas permanentes en el campo visual exterior.
Llegados a este punto hay que cambiar el limpiaparabrisas. Tranquilo, no es necesario un título de ingeniería para reemplazar las escobillas del parabrisas: es una operación bastante simple.
Hay tres partes básicas en un limpiaparabrisas. Un brazo metálico que sale del capó y se fija al vehículo, un ala que se fija en su centro al brazo y una hoja de metal que sostiene una hoja de goma (o escobillas), que es la única parte de la que debe preocuparse al inspeccionar y reemplazar los limpiaparabrisas por un desgaste normal.
Reemplazar las escobillas del parabrisas es realmente fácil. Tienes la opción de que la sustitución te la hagan en un taller, pero teniendo en cuenta que es una pieza barata, y que te ahorras la mano de obra del mecánico, es mejor que las reemplaces tú mismo.
Cómo cambiar los limpiaparabrisas
Antes de nada, has de ver qué tipo de limpiaparabrisas es el adecuado para tu coche. Para ello, comprueba el tamaño de la escobilla del parabrisas que necesita para cada una de las escobillas a reemplazar. Revisa el manual del propietario o mide cada una de las escobillas que vas a reemplazar: es posible que la escobilla izquierda y la derecha no tengan la misma longitud, en función de la mecánica de funcionamiento del sistema de limpiaparabrisas de tu coche.
Otra manera, quizás la más fácil, es que retires el limpiaparabrisas viejo y lo lleves a una tienda especializada de repuestos y los profesionales de la misma te digan cuál es el modelo adecuado.
Una vez que hayas conseguido las escobillas nuevas, levanta el brazo metálico del parabrisas (para algunos modelos de coches tendrás que abrir el capó también), coge el brazo móvil de una de las escobillas, aprieta la pestaña o pestañas que suelen tener y tira de ellas para desencajar las viejas.
Con un proceso inverso, coloca las nuevas escobillas. Deberás escuchar un sonido tipo "clic" al instalarlas que verifique que están bien sujetas (tira de ellas para una doble comprobación de que no se salen). Finalmente, pon en marcha el motor y conecta los limpiaparabrisas para asegurarte de su buen funcionamiento. Si no trabajan adecuadamente tendrás que quitarlos de nuevo y volver a repetir el proceso asegurándote de que quedan bien anclados.
Todos tendemos, inconscientemente o no, a descuidar el mantenimiento y la sustitución de los limpiaparabrisas, pero, como has podido leer en este artículo, su buen funcionamiento es algo fundamental para una mejor visibilidad de la carretera y otros componentes de la vía (otros coches, señales, bicis, peatones, etc.).
Cambiar los limpiaparabrisas, como bien sabes, supone un extra de seguridad para tu coche y reduce de manera considerable las posibilidades de sufrir un accidente, sobre todo en las estaciones de otoño e invierno, donde la climatología se complica y estamos más expuestos a lluvia y nieve.