Surrealista, pero cierto. Llevamos unas jornadas del Rally Dakar y ya ha pasado casi de todo. Los accidentes en este deporte son muy frecuentes sobre todo cuando se producen en tramos estrechos y rocosos por el que dos vehículos quieren pasar al mismo tiempo. Algo parecido es lo que le pasó a Giniel de Villiers y César Zumaran.
El motorista chileno se encontraba atrapado en la zona padreada con su moto y llegó el piloto francés por detrás con su Toyota. Zumaran estaba intentando sacar su KTM de esa zona cuando vino Villiers por detrás y le envistió tumbándole al suelo.
El coche pasó por encima de la moto, pero el piloto pudo salvarse del atropello, aunque el susto fue tremendo porque vio como el gigantesco Hilux se le echaba encima. Lo que no pudo evitar fue el golpe inicial que lo tiró a la arena.
César Zumaran se levantó como pudo y renqueante para apartarse del camino. Estando ya fuera de peligro le indicó al coche que avanzara y este siguió compitiendo sin pararse a preguntarse si se encontraba en buen estado al piloto que acababa de atropellar.
El equipo del chileno no dejó pasar el asunto y pidió una sanción. “Estuvimos con los comisarios. Presentamos el reclamo, De Villiers estuvo un poco antes que nosotros y ofreció hacer una disculpa pública y darle la mano a César y sacarse una foto con él, pero eso a mí me pareció un insulto”, indicó el equipo a T13.
“César tampoco aceptó eso y pedimos una penalización. Yo la verdad estaba pidiendo la descalificación, pero no sé si eso lo van a tomar así. A mí me parece súper grave, me parece que es un motivo de descalificación, pero César es el dueño del reclamo, no yo, no tengo autoridad para hacerlo”, señalaron desde el ambiente del chileno.
La organización del Rally Dakar no se perdió lo que sucedió y tomó cartas en el asunto. Consideran que esta actitud no se puede tener durante la competición y le ha impuesto una sanción de 5 minutos que se añadirá a su crono total de la carrera por no detenerse a socorrer al motorista.
Entienden que este tipo de incidentes pueden darse con frecuencia, pero lo que no van a permitir es la actitud de no interesarse por el compañero. Si lo hubiera hecho no habría recibido la penalización y además le habrían dado el tiempo que hubiera perdido atendiendo a Zumara.