Cristiano Ronaldo está pasando el confinamiento por el coronavirus en un lujoso edificio de siete plantas en Funchal, Portugal. La estrella lusa convive con su pareja, Georgina Rodríguez, sus hijos, sus tres hermanas y su madre, Dolores Aveiro.
La mansión de siete plantas acabó de construirse el pasado verano, cuatro años después de que el jugador de la Juventus comprara el terreno para construir su lujoso edificio. Varios medios apuntan que el ex del Real Madrid se gastó siete millones de euros en construir esta casa de ensueño.
Entre sus lujos, el edificio cuenta con unas increíbles vistas al mar, dos piscinas olímpicas, un gimnasio, un jacuzzi y un campo de fútbol. El delantero vive en el ático junto a Georgina y su hijos, el resto de la familia en los pisos inferiores.
Antes de ser un lujoso edificio, era la redacción de uno de los periódicos más conocidos de la isla de Madeira, hasta que en 2015 Cristiano decidió empezar a construir su lujosa mansión. Se desconoce el número exacto de habitaciones y baños, aunque tiene numerosas terrazas y unas fantásticas vistas de toda la ciudad y la costa de Funchal.