Para conducir, Hamilton tiene un talento indiscutible. Para tocar el piano, aún quedan cosas que pulir, pero en su casa hay más talento del que él propone. Su perro Roscoe acompaña al británico al piano con su voz.
"Disculpad la mala interpretación al piano, no soy muy bueno, pero Roscoe siente emoción y canta cuando lo siente. Es muy divertido, quería compartirlo con vosotros", compartió el piloto de la escudería McLaren.