Lewis Hamilton ya conoce lo que es viajar como cualquier otra persona no famosa. El corredor de F1 fue captado teniendo que esperar al embarque de su vuelo en el aeropuerto de Los Ángeles. Estaba volviendo a Inglaterra después de sus vacaciones.

Hamilton tuvo que hacer cola después de vender su jet privado de 25 millones de libras. El jet era bien conocido por su color rojo chillón, pero el británico lo vendió este pasado enero. Hamilton usaba el jet para viajar y para transportar a sus bulldogs, Roscoe y Coco.

El corredor británico fue criticado por tener el jet a pesar de decir que quería vivir un estilo de vida más ecológico.

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