Javier Macherano es un líder allá donde vaya. Ahora juega su último fútbol en el Hebei Fortune en China. Tras la victoria contra el Guangzhou, tocaba arenga de felicitación al equipo. Mascherano, que aún no domina el chino, tiró de corazón y garra en español. Los jugadores, en su mayoría asiáticos, tuvieron que esperar al traductor para entender lo que decían, pero la pasión es contagiosa.