Sarunas Jasikevicius llega con ganas. En su presentación como técnico del FC Barcelona, el técnico lituano ha querido resaltar que su proyecto será "ganador" y que su intención es jugar un buen baloncesto. Pero la anécdota ha llegado cuando le han preguntado por la posibilidad de que Pau Gasol, ahora sin equipo recuperándose de su lesión, pudiera recalar en las filas blaugranas: "No se puede decir nada hasta que sea oficial, aunque hayan salido muchos nombres. Todos sabéis el cariño que le tengo a Pau, es amigo mío y no nos iría mal, supongo, ¿no?"
"Gracias por confiar en mí. Es tiempo para nuevos retos, estoy muy agradecido y contento de estar aquí de nuevo, de formar parte de este gran club. Vamos a hacer el máximo para jugar un buen baloncesto, que sea ganador. Juntos lo conseguiremos", manifestó el técnico lituano en la rueda de prensa de su presentación.
Jasikevicius vuelve a las filas del conjunto azulgrana, pero esta vez para hacerse con las riendas del banquillo. Su objetivo, recalcó es "jugar un baloncesto bonito, de un proyecto ganador. Hay que empezar por la defensa y luego ir pensando en ataque. Creo que lo conseguiremos, tenemos una plantilla de gran nivel y estoy seguro de que nos va a ir bien".
"Soy una persona muy exigente conmigo mismo, primero. Siempre exijo el máximo a mis jugadores, les hablo directo. Creo que es la manera de trabajar, estoy seguro de que lo van a aceptar y van a dar el máximo", comentó sobre cómo lidiará con sus jugadores, con un Brandon Davies que ya tuvo en Zalgiris. Presentes en la sala, tomando nota, estuvieron Pierre Oriola, Àlex Abrines y el joven Leandro Bolmaro.
Una exigencia y una presión que el lituano, de 44 años, lleva dentro. "La presión debe venir de dentro para hacerlo bien cada día. Intento transmitir esto a mis jugadores. Tenemos que trabajar cada día al máximo y saldrá todo bien. Un poco de presión es buena, está muy bien tener la oportunidad de entrenar a un club tan grande con jugadores tan buenos, tengo muchas ganas de empezar", reiteró.
"Tenemos que construir unos hábitos de trabajo diario que ojalá sean luego títulos. Lo más importante es el trabajo diario, estar implicados en entrenamientos y partidos y ojalá consigamos los objetivos. Estamos en una primera fase, de trabajar en temas del 'staff' técnico y poco a poco iremos viendo. El equipo ya es muy bueno e intentaremos mejorar algo", comentó sobre su plantilla.
Sin poder decir nada más de nadie más, ni siquiera de Nick Calathes --que deja Panathinaikos y tiene todo de cara para ser blaugrana--, sí tiene claro que no tirará ningún título. "No creo que en el Barça podamos decir que un título es más importante que otro, cualquier partido será una final. La exigencia de la Euroliga y la Liga Endesa es muy grande, nos esperan diez meses muy duros pero también es muy bonito, este reto", se sinceró.
En cuanto a la cantera, la mirará con cariño como ya hizo en Kaunas. "Podría ver vídeos de los chicos que podrían salir y empezar la pretemporada con nosotros, verlos un poco de primera mano sería la mejor idea. Me gustaría, claro, jugar con mucha gente de casa, ya lo hacía en Kaunas. Pero lo importante es que los chicos tengan nivel Barça", apuntó.
Por otro lado, sobre por qué había rechazado al Barça en el pasado más reciente, aseguró que este verano era el momento idóneo para dar el paso. "Uno mismo tiene que mirarse a sí mismo, si necesita aprender, mejorar o coger experiencia... Soy un entrenador bastante joven, este verano se dieron las cosas que me hicieron decidirme. Estoy muy contento porque es el momento adecuado para dar este paso", aseguró
Para finalizar, rememoró la final de la Euroliga de 2003 que ganó como jugador. "En la final del Sant Jordi cada canasta parecía un gol en el Camp Nou, fue un ambiente espectacular que nunca voy a olvidar. Estoy muy contento de trabajar con Nacho otra vez, estamos discutiendo todo y conociéndonos siendo él manager y yo entrenador", manifestó sobre Nacho Rodríguez, compañero de vestuario entonces.