La Agencia de Investigaciones de Accidentes Aéreos británica (AAIB) ha hecho público un informe para explicar todo lo que se conoce hasta ahora del accidente del avión en el que viajaba Emiliano Sala. El delantero argentino y el piloto David Ibbotson se estrellaron con el avión en aguas del Canal de la Mancha el pasado 21 de enero, y la última toma de contacto fue a las 20.12 de ese día para pedir un nuevo descenso a la torre de control.

"A las 21:22 horas del 21 de enero de 2019, se informó a la AAIB de que un avión Piper PA-46-310P Malibu, con registro N264DB, se había perdido del radar en tránsito desde Nantes a Cardiff, y que una búsqueda en la superficie para los sobrevivientes estaba en marcha utilizando activos de las Islas del Canal, Reino Unido y Francia", empieza el comunicado oficial de la policía.

El informe detalla a la hora que el avión despegó en Nantes, cuándo llegó Emiliano Sala al aeropuerto y embarcó en el avión. “El avión voló en su ruta planificada hacia Cardiff hasta aproximadamente 13 nm. al sur de Guernsey cuando el piloto solicitó y recibió un descenso para permanecer en Visual (…) El último contacto por radio con la aeronave fue con el radar de Jersey a las 20:12 hrs, cuando el piloto solicitó un nuevo descenso. (…) Los restos de N264DB Posteriormente se encontraron en el fondo del mar, explica el documento sobre la desaparición del avión.

La policía también habla de la climatología que había ese día: “El Departamento Meteorológico de Jersey emitió un pronóstico del tiempo a las 15:02 hrs. 21 de enero de 2019, válido para el período comprendido entre las 16:00 y las 22:00 hrs. Este pronóstico mostró un frente frío que se movía desde el noroeste, y se pronosticó que provocaría lluvias desde el noroeste durante la noche (…) A las 20:20 hrs, Guernsey reportaba lluvias ligeras y pocas nubes a 1,000 pies de altura”.

A través de las imágenes que se captaron del avión en las profundidades de las aguas del Canal de la Mancha se pudo conocer el estado de la nave y cuántas personas quedaban en su interior. “A través de las imágenes de vídeo fue posible establecer que la nave estaba severamente dañada y que el cuerpo principal de la nave estaba partida en tres partes que se mantenían unidas a través de los cables eléctricos y de vuelo (…) Faltaban partes de las alas y de la cola. El cuerpo fue recuperado y llevado al buque en las primeras horas del 6 de febrero. A pesar de que se prosiguió con la búsqueda en los restos y sus alrededores, no se encontró evidencia del segundo ocupante de la nave. Poco después, el deterioro del clima y de las condiciones del mar hicieron que no fuera posible continuar de manera segura con las operaciones o de recuperar los restos, finaliza el comunicado.

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