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La historia de superación de la jugadora de fútbol Toni Deion Pressley: "Cómo luzco físicamente no es lo que me define"

  • Toni Deion regresó a los terrenos de juego solo dos meses después de la intervención quirúrgica

Toni Pressley juega en el Orlando Pride de la liga femenina estadounidense y ha conseguido superar un gran contratiempo en su vida personal y profesional. Con 29 años le detectaron cáncer de mama y se tuvo que someter a una doble mastectomía.

Le diagnosticaron un carcinoma ductal in situ. Es un tipo de cáncer que se caracteriza por la presencia de células malignas en los conductos por los que circula la leche.

Toni comunica su enfermedad

Tiempo después de conocer su enfermedad fue cuando lo comentó en su entorno profesional. Decidió hacerlo tras de un entrenamiento. Las lágrimas le caían mientras le notificaban la mala noticia. Todas sus compañeras la apoyaron y tras un caluroso abrazo siguieron ejercitándose.

El día de la operación

El 2 de agosto de 2019 la jugadora fue intervenida y, prácticamente, hasta ese día estuvo entrenando. La futbolista se sometió a una doble extirpación de sus dos senos, aunque solo lo tenía alojado en uno de ellos, la mejor de las pociones era esa para evitar riesgos de cara a un futuro.

La intervención fue un éxito y pudo seguir recuperándose en su casa. "Creo que esa fue la peor parte: tener cuatro mangueras en mi cuerpo que me impedían hacer mis actividades diarias”, decía la defensora estadounidense.

El reto más difícil

Después de este día vendría un gran proceso de recuperación. Uno de los aspectos más complicados tras realizarse este tipo de operación es volver a mirarse al espejo y aceptar la nueva imagen. La jugadora se expresó al respecto: “Hacerme amiga de cómo me veía ahora fue muy duro para mí. Recuerdo que manejé de vuelta a mi casa llorando porque sentía que me habían sacado algo, que ya no era yo misma. Ese día me sentí deprimida, pero lo superé cuando me di cuenta de que cómo luzco físicamente no es lo que me define”.

Tras realizarle las revisiones pertinentes, los médicos decretaron que no hacía falta que pasara por radioterapia ni quimioterapia. Esto hizo que su vuelta a los terrenos de juegos estuviera más cerca.

La vuelta a los entrenamientos

Solo le hicieron falta 30 días para que empezara con sus rutinas de ejercicios y dos meses y diez días después de la intervención volvió a disputar un encuentro con el Orlando Pride. Al entrar como recambio en la segunda parte. La capitana, Ashlyn Harris, le cedió el brazalete de la capitanía como reconocimiento a su gran historia de superación.

Seguro que su lucha sirve de ejemplo para muchas mujeres y a pesar de que en un momento lo vean todo negro siempre aparece un 'rayito' de luz.