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El hilo de Twitter de un padre narrando el primer gol de su hijo de seis años cuando nadie lo esperaba 😍

cuatro.com 30/05/2018 11:28

El protagonista de esta historia es un niño de Madrid de seis años con altas capacidades. Esto significa que el pequeño es un genio de las matemáticas, pero tiene problemas de coordinación y psicomotricidad fina, es decir, le cuesta más que al resto todo aquello que tenga que ver con la manipulación manual como puede ser escribir o cortar con tijeras.

Otra característica de este tipo de niños, según nos cuenta su padre a Generación Pro, es que se interesan por un tema, se obsesionan y van con él hasta el final: “Su pasión eran los coches, los trenes y los camiones hasta el punto de que se sabía todas las líneas de autobús de Madrid aunque no sabía leer y se pasaba las tardes del sábado dando vueltas en la línea circular de metro de Madrid”. Una pasión que olvidó por completo hace año y medio.

En la Navidad de 2016, se sentó con su padre a ver un partido del Athletic y se quedó alucinado. Desde entonces solo le importa el fútbol, y las mates puntualiza entre risas su padre, hasta el punto de que se ve todos los partidos que puede: “Se volvió loco con el fútbol y empezó a aprenderse el nombre, los dos apellidos, la fecha de nacimiento, etc. de todos los jugadores, las alineaciones de todos los equipos de Europa…. en fin, se ha vuelto un friki del fútbol”.

Además de verlo por la tele, el pequeño empezó a jugar al fútbol en el cole así que en enero de este año sus padres decidieron apuntarlo al equipo de fútbol del pueblo donde viven. “Le hicieron una prueba para ver si realmente le gustaba y se incorporó a uno de los cinco equipos que el club tiene en categoría prebenjamín. Por su nivel le habría tocado estar en el peor de todos, pero no había sitio y lo metieron en el segundo mejor”, explica su padre.

En su primer partido, el pequeño jugó unos minutos del delantero pero el entrenador vio que todavía le faltaba mucho recorrido y lo retrasó hasta la posición de defensa. Pese a su falta de coordinación y a sus bajas capacidades motoras, el técnico le ha sacado en todos los partidos independientemente del resultado e incluso ha llegado a jugar varios partidos completos.

Lo ha hecho de defensa, aunque tiene alma de delantero, hasta que llegó el último partido de la liga. Al equipo le valía un empate para proclamarse campeón. El pequeño salió de defensa en la primera parte, pero en los últimos minutos y con el 7-0 a favor en el marcador, el entrenador decidió ponerle de delantero.

Cinco minutos que el pequeño aprovechó al máximo metiendo el primer gol de su vida. “Le pasaron un balón, empezó a correr, le salió un defensa, lo regateó muy bien y chutó con la zurda en diagonal marcando un golazo. Fue una locura. Salió corriendo bajo la tormenta buscando a su compañeros que iban a abrazarle con una sonrisa en la boca que no le cabía y con los ojos fuera de las órbitas”, recuerda con gran emoción su padre.

Un gol que significa mucho más que eso, tal y como nos explica: “Fue un poco de justicia poética por todo el esfuerzo que ha hecho. Ha resultado casi como una terapia médica porque le ha hecho despertar en lo psicomotor, ha crecido en autoestima, ha desarrollado sus habilidades y también ha entendido lo que es compartir porque se ha dado cuenta de que la suma de todo el equipo hace más que cada uno por separado”.

En definitiva, le ha servido para ver que el esfuerzo tiene recompensa y también para poner los pies en el suelo, según nos cuenta, entre risas, su padre: “Dice que cuando tenga 15 años, el Athletic y el Atleti se pelearán por él para ficharlo o que cuando se retire en primera división donará sus botas la museo del club”. A su padre le da igual donde llegue a jugar su hijo, pero está convencido de que este gol ha sido el inicio de su idilio con el fútbol.