El pasado sábado 27 de enero se disputó en Moraña, Pontevedra, la segunda jornada del Campeonato de selecciones comarcales de la Federación Gallega de Fútbol. A las 12.00h de la mañana se enfrentaron las selecciones femeninas sub12 de Coruña y Orense. Un partido que dejó el gesto de deportividad de la jornada.
La selección de Orense iba perdiendo 1-0 cuando una jugadora rival tiró desde fuera el área. El balón entró, pero salió rebotado al dar en un poste trasero de la portería. El árbitro pensó que la pelota había ido fuera y concedió saque de puerta. Sin embargo, tanto las jugadoras orensanas como su entrenadora, Alba Rodríguez, sabían que el balón había entrado y no dudaron en detener el partido.
La propia Alba Rodríguez cuenta lo sucedido a este medio: “El árbitro mandó seguir, pero mis niñas se me quedaron mirando porque sabían que había entrado. Yo paré el partido y le dije al árbitro que había sido gol. Incluso la portero me dijo: ‘¡Alba que ha entrado!”.
Un gesto que se llevó el aplauso general de la grada y el agradecimiento del árbitro y de la selección de Coruña, que acabó ganando el partido 4-0. Alba, sin embargo, le resta importancia: “No tiene tantísima relevancia. Se le está tratando como algo extraordinario cuando debería ser algo normal”. La joven de 24 años, que entrena a tres equipos de fútbol base de Galicia, espera que este tipo de gestos se conviertan en algo normal: “Espero que pronto dejemos de asombrarnos por estos actos que son los que se deben dar siempre”.