El fútbol femenino ha vuelto a dar una lección de esfuerzo y entrega. Ha ocurrido en un partido de la liga femenina escocesa. La capitana del St. Mirren se dislocaba la rodilla en un mal apoyo, lejos de pedir las asistencias médicas, se la colocaba con sus propias panos a base de golpes.
O'Toole se retorcía de dolor en el verde pero rápidamente se ponía en pie para seguir jugando el partido. Lo más sorprendente es que su equipo iba perdiendo por seis goles a cero, y lejos de aprovechar la situación, la resolvió rápidamente para seguir ayudando a su equipo.