España tenía una cita con la historia en el partido de semifinales ante Alemania en el Mundial de Sudáfrica 2010. Era la primera vez que el combinado nacional llegaba a la antesala del partido decisivo por la Copa del Mundo.
Enfrente estaba la selección de Alemania, cuatro veces campeona del trofeo, y con ganas de revancha tras la derrota ante España en la final de la Euro 2008 de Austria y Suiza. Los germanos saldrían con el cuchillo entre los dientes y con la baza de una mayor experiencia en estas lides a su favor.
“La roja”, por su parte, llevaba varios años encandilando al mundo del fútbol con su estilo de juego. El ‘tiki-taka’ ya había pasado a la historia pasara lo que pasara. Y de esta forma, España quería llegar a lo más alto ante el rival más temible que se había topado hasta el momento en la lucha por el título.
La historia del Mundial 2010, además de por el juego desplegado por la selección, irá relacionada con los pocos tantos que marcó el combinado. Ambas cosas iban de la mano, ya que los rivales se cerraban en sus áreas y, a pesar de la calidad de los “bajitos” que gobernaban el centro del campo español, no era sencillo llegar a portería con opciones.
Aunque era la primera vez que se alcanzaban las semifinales de un Mundial, los jugadores españoles tenían mucha experiencia en este tipo de partidos decisivos con sus clubs. Un hecho que sacaron a relucir, no solamente evitando ser intimidados por Alemania, sino jugando el que fue el mejor partido del combinado nacional en el Mundial de Sudáfrica 2010. España fue de menos a más en el torneo y este fue su punto álgido.
España iba a ser dueña de la pelota y quiso demostrarlo desde el primer momento, generando incluso ocasiones claras de gol. Un pase en profundidad de Pedro, quien fue la gran sorpresa en el once de Vicente del Bosque, dejó a Villa prácticamente solo ante Neuer, quien despejó el esférico.
Poco después y, a la salida de un córner, España trazó una jugada de estrategia medida al milímetro, con la que Iniesta se quedó solo en una banda y puso un centro que remató Puyol y se fue por poco por encima del larguero. Era el primer aviso del capitán del FC Barcelona.
España tenía sometida a Alemania, quienes prácticamente no se acercaron a la portería de Casillas, solo mediante un disparo de Toni Kroos ya en la segunda mitad.
Pedro, el elemento táctico que desconcertó a los alemanes en un genial movimiento de Del Bosque en la alineación, chutó desde fuera del área y estuvo a punto de sorprender al meta alemán. En esa misma acción, una preciosa jugada nacida con un taconazo de Xabi Alonso hacia Iniesta, hizo que el manchego diera un “pase de la muerte” que no llegó a rematar Villa por muy poco.
Y así llegó el momento decisivo. A pesar del poderío aéreo alemán y de que en España predominaban los jugadores bajitos, el gol de ‘La Roja’ llegó en un córner botado por Xavi que Carles Puyol remató llegando desde atrás como un verdadero avión.
Un cabezazo inapelable ante el que nada pudo hacer Neuer y que a la postre daría a la selección española la clasificación a la final de un Mundial por primera vez en su historia. El gol llegaba por donde menos se pensaban los alemanes que los españoles podrían dañarlos.
Los alemanes, impotentes, lo intentaron con más empeño que valía. Hasta que sonó el pitido final que despertó el júbilo entre los jugadores del combinado nacional y de un país que creía estar viviendo en un sueño.
Holanda esperaba el 11 de julio en una cita histórica por el Mundial de fútbol. El que lo ganase, se llevaría el primer campeonato del Mundo de su historia.